Las expectativas de los agentes económicos del sector privado distan del resultado de la inflación que el Banco Central de Costa Rica (BCCR) espera para el 2015.
El programa macroeconómico del Central proyecta que el 2015 cerrará con un 4% en la inflación interanual, medida por el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Sin embargo, la encuesta mensual de expectativas de inflación para los próximos 12 meses, de la autoridad monetaria, concluyó en enero pasado que el indicador se ubicará en un promedio de 5,9%. Por su parte, febrero cerró en un 5,5%.
El nivel presentado en febrero de este año es el más bajo que ha presentado la encuesta desde el año 2006 (en el resultado promedio), momento en que inició el análisis por parte del Banco Central.
Este hecho es consecuente con que la variación interanual reportada en ese mes, está ubicada entre los cinco niveles más bajos que ha presentado el IPC, también desde el 2006.
Aún así, para los economistas consultados, este resultado sigue siendo alto, en medio de una inflación que ya regresó al rango meta establecido por el Central (3% - 5%), posicionándose en febrero de este año en 3,53%.
Según el economista William Calvo, Costa Rica registró por muchos años tasas de inflación muy por encima del rango mundial, y hasta hace poco tiempo se ha logrado mejorar el control de este indicador.
"La población aún no está completamente segura de que el IPC se puede situar en el rango meta del BCCR, por lo que la tendencia es posicionar sus expectativas por encima de éste y del resultado que se muestra actualmente", añadió Calvo.
Eduardo Prado, gerente del Central, concuerda con ese análisis.
Prado explicó que el proceso de convergencia de las expectativas de inflación hacia el rango meta ha sido lento, y es un proceso que con frecuencia toma algunos años. En el caso costarricense puede tardar aún más, por ser un país que mantuvo casi por 30 años una inflación con dos dígitos, lo que genera una inercia en las expectativas que es difícil de romper.
Las expectativas están por encima del rango meta al evaluar el resultado promedio de la encuesta del Central, pero no sucede lo mismo al observar la mediana y la moda. En estos casos, al menos la mitad de los encuestados considera que la inflación estará al menos en el límite superior del rango meta.
Aún así, la brecha entre las expectativas y el resultado real continúa siendo alta, y el panorama ideal es que se reduzca. Entre más creíble sea el BCCR, las expectativas se acercaran más a la meta.
“La divergencia entre la expectativa inflacionaria y el nivel de la meta de inflación es un indicador en la credibilidad que tienen los agentes económicos en el compromiso del BCCR en cumplir con la meta anunciada en su programa macroeconómico”, explicó Prado.
Históricamente, esa brecha aumenta en el país cuando se da una depreciación del colón frente al dólar o cuando hay aumentos temporales en nivel de inflación ocasionados por subidas en los precios de bienes reguladores.
Como antecedente, la inflación observada en febrero de este año fue de 3,53%, pero según la encuesta la expectativa para ese mes era de 6,9%.
Esto quiere decir que los participantes de la medición consideraban que la inflación sería 3,37 puntos porcentuales mayor al resultado que se observó en ese mes.
El economista Alberto Franco, considera que el desequilibrio fiscal aún sin solución es otra variable que pesa en la formación de esas expectativas.
Ligera devaluación
La encuesta de expectativas económicas del BCCR también considera el tipo de cambio, con una proyección a tres, seis y doce meses. En este caso las proyecciones generalmente tienden a ser aún más cautelosas.
En los últimos meses, el resultado de la expectativa a doce meses presenta una tendencia a la baja, pero en esto influye la devaluación presentada en febrero del 2014, por lo que la caída no sería más que un ajuste, explicó Luis Mesalles, economista.
En febrero pasado la encuesta mostró una variación acumulada esperada de tipo de cambio en los próximos 12 meses de 2,6%, mientras que en diciembre el porcentaje fue de 3,5%.
Por su lado, Calvo aseguró que la ligera caída llega porque se tiene muy claro que el Central va a intervenir para evitar una baja significativa en el tipo de cambio, y que el resultado sería muy distinto si la autoridad monetaria no interviniera con tanta frecuencia.