El estudio actuarial sobre la situación del régimen de pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) está a la espera de que la Gerencia de Pensiones de esa dependencia firme y de luz verde a su ejecución, desde finales de febrero pasado.
Según el superintendente de pensiones, Édgar Robles, el estudio se encuentra adjudicado desde hace varios meses y existe una resolución de adjudicación del contrato que emitió la junta directiva de la CCSS el pasado 13 de febrero del 2014 y fue publicada en el diario oficial La Gaceta el 27 de febrero de este mismo año, proceso que proviene de una licitación pública internacional. El oferente que resultó seleccionado fue Eduardo Melinsky.
La Superintendencia Pensiones (Supen) y la administración del IVM llevan varios años con diferencias de criterio acerca de la salud financiera de este régimen. La entidad reguladora sostiene que se están comprometiendo las provisiones del fondo al tomar dinero de las reservas de pensiones para hacer pagos a jubilados, mientras que la CCSS ha afirmado que se utilizan recursos de los rendimientos obtenidos.
También otros de los puntos en disputa es la sostenibilidad del régimen, pues la Caja ha dicho que gozará de buenas condiciones financieras hasta el 2036, mientras que Supen estima que será antes, en el 2025, según publicó el diario La Nación en febrero pasado.
El estudio actuarial debe realizarse en un máximo de seis meses y su costo es de $125.000, monto que será cubierto en partes iguales por la CCSS y la Supen.
Un estudio actuarial permite calcular las condiciones futuras de un sistema de pensiones a partir de factores como la población, la tasa de mortalidad, el empleo y los aportes de los trabajdores.