En el hablar de Arturo Giacomín se notan los nueve años vividos en Honduras, donde fungió como gerente general de Banco Lafise.
El banquero regresó a suelo patrio para tomar las riendas de Davivienda en sustitución de Francisco Coccaro, quien dirigió la conversión de la operación local de HSBC a parte del grupo colombiano.
El retorno de Giacomín no es solo a Costa Rica, pues este máster en administración del Incae fungió como gerente y después vicepresidente de banca de consumo en Banco Banex, entidad que fue comprada, a su vez, por HSBC cuando desembarcó en Centroamérica en el 2006.
Los años no pasan en vano, y el mercado bancario en el que se desarrolló Giacomín ya no es el mismo.
También cambió la organización que hoy dirige, con transformaciones más allá del nombre.
La misión, en cambio, sigue siendo la misma: competir. Giacomín anuncia que en ese aspecto, Davivienda será ahora un participante más fiero.
Davivienda quiere duplicar su participación de mercado en cinco años. ¿De cuánto es ahora?
La participación de mercado anda alrededor de 4,2% medido en activos. Obviamente queremos llegar al 8% o 9%, y superar esa meta. Como Davivienda tiene poco de estar en el mercado, hemos trabajado en arreglar los procesos internos y mejorar la calidad del servicio al cliente. Ese tema, prácticamente, nos ha tomado el año. Ahora estamos en un reenfoque de todos los productos alrededor del cliente, cómo completamos el portafolio de servicios de manera que podamos darle al cliente todo lo que necesita.
¿Cómo equilibrar la banca empresarial y la de personas?
Lo ideal es que sea un banco parejo. A eso se llega a través de productos y servicios que complazcan las necesidades de los clientes. Lo crítico es el servicio sobre todo en los momentos de la verdad en sucursales y cuando nuestros ejecutivos tengan contacto con el cliente.
HSBC es un banco corporativo, Davivienda tiende más a banca de persona. ¿Cómo equilibrar lo que heredaron y lo que quieren ser?
Davivienda, por el nombre, da la idea de que estuviera enfocado solo en vivienda, pero es un banco universal. El mix está más tirado hacia la banca corporativa. Yo estuve en Banex y era un banco muy corporativo, después entró la banca de personas y a mí me tocó desarrollarla. Hasta el 37% de los activos del banco eran de banca de personas.
“En este momento, es como que nos hubiéramos devuelto a hace 10 años, todavía el porcentaje que se tiene es parecido y lo que queremos es darle mayor potencial, que crezca de forma pareja”.
¿Cuál ha sido el crecimiento de hipotecas y tarjetas de crédito?
El crecimiento de hipotecas ronda el 10% en el último año. ¿Podemos estar satisfechos? No, creo que debemos colocar más. Tenemos que crecer más que el mercado para poder ir alcanzado la meta de duplicar la participación.
“Lo que debemos hacer es construir relaciones de largo plazo no solo con los clientes, sino también con proveedores y desarrolladores que estamos retomando.
¿Cómo se le gana a actores privados como BAC San José y públicos como el Nacional que tienen mayor tamaño?
La banca es un negocio de tamaño, y quien lo tiene posee una buena fortaleza. Tenemos que ir creciendo a un mayor ritmo para poder ir bajando esa diferencia. Nada ganamos haciendo una carrera de caballos, queriendo llegar de primero, si dejamos en el camino a clientes insatisfechos por tratar solo de competir por competir. Somos una institución seria que quiere relaciones de largo plazo con sus clientes.
Precio o volumen, ¿cuál será su estrategia?
Queremos crecer sanamente, es más importante para nosotros ese cliente que entra a ser parte de nuestra familia que el volumen que nos pueda traer. Nuestra estrategia no va a ser descremar el mercado y entrar en una guerra de precios.
Se habla mucho de servicio, ¿cómo evitar que sea una palabra vacía?
Desde que Davivienda llegó a Costa Rica se ha preocupado de eliminar la mala impresión de clientes insatisfechos por diversas circunstancias. Hemos hecho encuestas de cliente oculto, encuestas directas de servicio en sucursales. Les damos seguimiento constante. Durante el año hay áreas que han crecido en algunos momentos entre ocho y nueve puntos. Nos falta mucho, pero vamos haciendo las cosas despacio que voy de prisa.
¿En cuáles sectores productivos enfocará la colocación?
Davivienda ha apoyado los diferentes sectores. En este momento, analizamos proyectos de generación de energía, en la parte agrícola y obviamente la parte industrial. Estamos en una discusión sobre la competitividad del país y los bancos tenemos la responsabilidad de ayudar.
El 2013 fue un año regular. ¿Cómo se comporta el mercado?
Nosotros hicimos un buen cierre del año y terminamos creciendo alrededor del 13% en activos. Este año ha empezado un poco más activo, sin embargo, los temas políticos y del tipo de cambio han afectado. Para este año esperamos un crecimiento del 14%.
¿Cómo están estimulando la colocación?
Nosotros somos un banco activo, queremos que nos vean y sientan en el mercado. Pueden esperar de nosotros productos nuevos que no tiene la corporación; podemos ver innovaciones.
¿Cuál es el nivel de suficiencia patrimonial de Davivienda? ¿Los han afectado los movimientos del tipo de cambio?
No. No especulamos con el patrimonio, no hemos generado utilidad por habernos puesto en una posición larga, ni hemos tenido pérdida por haber estado muy expuestos. La suficiencia patrimonial anda alrededor del 14,2% o 14,3%. ( La normativa exige un mínimo de 10% ).
¿Qué lo diferenciará a usted de sus antecesores?
Tengo mucho respeto por quienes han estado acá como Óscar Rodríguez o Rocío Aguilar. Tenemos que recuperar el primer estándar que era Banex, para llegar al estándar más Davivienda. Banex fue muy reconocido durante mucho tiempo por su nivel de servicio, por ser innovador, por estar cerca de los clientes. Siento que parte de eso se perdió, y me lo han dicho los propios clientes. Nos estamos esforzando mucho porque el cliente nos sienta con ellos. Nuestra ventaja es que pertenecemos a un grupo muy fuerte y ese soporte financiero nos lo están dando.
Usted lleva varios años trabajando fuera de Costa Rica, ¿cómo evalúa el mercado actual?
Yo salí de Banex hace casi 10 años. He visto a los bancos privados grandes separándose más de los pequeños. Hay bancos privados que han aprovechado las oportunidades de mercado y bancos pequeños que están luchando por crecer. También podría darse más consolidación. En Honduras, cuando llegué el banco, era el último de los 17 bancos en el ranking , y cuando salí estaba en el escalón 7.
¿Y la banca pública?
Es un mejor competidor que antes. Han tomado algunas prácticas que manejaban los bancos privados como el nivel de manejo del riesgo, el profesionalismo en los procesos. Es mucho mejor competidor del que se tenía hace un tiempo y eso hace el reto más bonito. Vamos a competir en la calle por servicio.
¿Cómo ve a este banco jugando en el mercado?
Cuando yo me fui este banco peleaba de forma directa con los otros dos privados, que en ese tiempo eran Banco Interfín y Banco de San José. Competían de forma sana y responsable, pero todos los días. Hoy veo a BAC a más de $2.000 millones de Davivienda y a Scotiabank a $800 millones. Definitivamente tenemos que entrar a competir. Esos dos, que son los dos “claritos” con los que competimos día a día. Van a tener un competidor más fiero del que tenían antes.
¿Cuán exigente en cuanto a tecnología es el cliente local?
He estado en toda Centroamérica, y le puedo decir que el costarricense es el más exigente de todos. Tuvo exposición a la Internet primero que los demás. El nivel de penetración que tiene la banca costarricense en procesos tecnológicos es bastante superior al de las demás bancas centroamericanas. Si algún día se cae la Internet, tenemos que duplicar el número de sucursales para poder atender a los clientes.
Pero, hace poco les pasó (el 28 de febrero el banco sufrió una parálisis de los sistemas informáticos).
Esa fue mi bienvenida. La sucedido fue un tema muy puntual y no hemos escatimado. Estamos gastando entre $250.000 y $300.000 para darle backup al elemento del sistema que falló. Ya lo que sucedió en esa oportunidad no puede volver a pasar.