Italia debe continuar la reducción de su deuda soberana, advirtió el jueves la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, pese a que el nuevo primer ministro prefiere centrarse en el crecimiento económico.
El primer ministro Enrico Letta concluyó el jueves un periplo por las capitales europeas donde resaltó la renuencia con el resto de la eurozona a las duras medidas de austeridad, que aunque han abaratado el dinero que el país compra a crédito, han creado situaciones sociales desesperadas.
El desempleo italiano es ahora del 11,5% y la economía se encuentra en una prolongada recesión.
En su discurso inaugural en el Parlamento esta semana, Letta dijo que su prioridad será fomentar el crecimiento económico e incorporar al Mercado laboral más jóvenes y mujeres.
Letta ensalzó la labor de su predecesor Mario Monti, cuyos aumentos fiscales, reforma de las pensiones y del mercado laboral rescataron a Italia de sucumbir ante la crisis de la deuda soberana europea. Empero, advirtió que " si restaura solamente la salud fiscal, Italia muere " .
La OCDE advirtió en un informe difundido el jueves que Italia no debería deshacer las mejoras presupuestarias logradas, por lo que debe continuar en esa senda.
Recomendó que Italia se centre en controlar el gasto público y liberalizar más el mercado laboral.
La OCDE pronosticó que la economía italiana se contraerá un 1,5% este año y solo crecerá un 0,5% en el 2014, un pronóstico peor al del gobierno.
Calculó que la deuda soberana italiana crecerá este año al 131,5% anual de su PIB, muy por encima del 127% en el 2012. Para el próximo año es pronosticada en el 134,2%.
La proporción de la deuda en Italia, la tercera economía de Europa en los 17 países de la eurozone, es la segunda tras Grecia.
En sus recomendaciones, la OCDE pidió a Italia que " cese y altere " el empeoramiento de la deuda soberana en relación con el PIB, indicando que podría ser logrado equilibrando el presupuesto junto con reformas estructurales.
Indicó que el déficit presupuestario será este año del 3,3% y del 3,8% el próximo, superior al 3% máximo marcado por la UE.