La estructura de los portafolios de inversión y el nivel de beneficios que otorga el régimen de pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) son los puntos que podrían estar debilitando su robustez financiera.
Así lo considera el economista Danilo Montero, quien opina que este tipo de régimen es difícil de analizar pues consiste en la distribución beneficios futuros con base en contribuciones que se hacen en el presente.
Para el analista, el poco desarrollo del mercado de valores local y la baja participación de las entidades estatales en mercados desarrollados complican la diversificación de las carteras de inversión.
"El IVM tiene carteras concentradas en títulos públicos, con tasas de interés que define el Ministerio de Hacienda según sus necesidades fiscales", argumentó Montero.
Este inconveniente, a su vez, refuerza el llamado de atención de la Superintendencia de Pensiones (Supén) sobre la posibilidad de que se estén desgastando las reservas del régimen.
"Hay estudios, como el de Supen, que sugieren que los beneficios del IVM exceden lo que cotizamos los trabajadores", comentó el analista.
De ser así, el régimen solo tiene dos alternativas: aumentar el monto de las cotizaciones de los trabajadores, o bien, aumentar la edad de retiro.
Esta preocupación ha sido compartida incluso por el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif). El máximo regulador financiero expresó, en febrero pasado, su preocupación por la salud del régimen que administra la Caja Costarricense del Seguro Social.
"Nos preocupan ciertos componentes (en el manejo del IVM) y los estamos instando a que hagan los ajustes", comentó José Luis Arce, presidente del Conassif en entrevista con el diario La Nación, en marzo pasado.
En un comunicado, la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) afirmó este jueves que ha venido alertando sobre el problema del IVM desde el 2005 y manifestó su oposición a que se aumente la edad de retiro o el monto de las cotizaciones.