En materia de inversiones pocas veces se escucha, pero ahora, y en el caso de las Reservas Monetarias Internacionales (RMI), la poca diversificación ha funcionado.
Sin embargo, la concentración en dólares, por ejemplo, no puede ser una estrategia indefinida y varios organismos internacionales están sugiriendo al Banco Central dar un paso hacia adelante.
Hoy el Central mantiene un 93% del total de los $5.348 millones de sus reservas invertidas en dólares estadounidenses y el 65,5% en Estados Unidos.
A criterio de William Calvo, secretario ejecutivo del Consejo Monetario Centroamericano, las cifras demuestran poca diversificación pero, a la vez, lo califica como lo más recomendable a la luz de lo sucedido en el entorno internacional.
Hora de cambiar
En el escenario internacional, el debate se centra en buscar nuevas formas de invertir en un mundo que, desde el 2008, no cuenta con una tasa libre de riesgo.
Ana María Carrasquilla, presidenta ejecutiva del Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR), explicó que, ante los ojos de los bancos centrales, ahora también aparecen opciones de inversión que se vuelven atractivas, como los bonos soberanos emergentes con grado de inversión, monedas y commodities , en general, nuevos activos no tradicionales.
Desde la FLAR se cree que la estrategia de inversión de las RMI deben considerar los nuevos riesgos, las alteraciones a las tasas de interés (que están bajas) y cambios en los mercados de liquidez a los cuales los países tienen acceso en caso de emergencia.
Sí se hicieron cambios
Pese a la alta concentración de las inversiones de las RMI, la crisis del 2008 sí obligó al Central a realizar cambios.
Desde entonces, según el gerente de la entidad, Félix Delgado, se redujo la exposición al sector bancario internacional, para lo cual se creó una nueva cartera de inversión (no existente hasta entonces) constituida por instrumentos altamente líquidos, con exposición restringida al riesgo bancario.
Hoy , según el Banco Central, el 75% de las reservas se puede liquidar en una semana o menos.
Además, a lo largo del 2011, se redujo la exposición en la zona Euro, como respuesta a la inestabilidad en varios de sus países.
Este proceso culminó con la modificación del índice de referencia de la cartera de bonos soberanos, cartera que se había constituido en el 2007 con la finalidad de favorecer la diversificación de las reservas.
Anteriormente, se permitía un universo más amplio de países, mientras ahora solo se permiten aquellos con la mayor calificación crediticia (AAA).
También, se han reducido los montos y plazos máximos de inversión por emisor.
En resumen, según William Calvo, en Costa Rica como en el resto de la región centroamericana, las estrategias de inversión se han vuelto más cautas.
“Los bancos centrales de la región cambiaron riesgo por rendimiento”, afirmó al señalar que hoy se privilegia la inversión en organismos o instituciones de muy alta seguridad.
¿Nuevos cambios?
Las prioridades de inversión de las RMI no han cambiado y la gestión de las reservas se realiza desde siempre siguiendo los objetivos básicos de preservación de capital y liquidez y, de forma subordinada, de rendimiento.
De momento, Félix Delgado califica de robutas las políticas del Central para la inversión de las reservas.
Ante el debate de una mayor diversificación, Carrasquilla reconoce que los bancos centrales son conservadores y que cualquier cambio es un tema de soberanía.