Pasó en el 2011 y pasará también en el 2012: el déficit de cuenta corriente no se cubrirá en su totalidad con Inversión Extranjera Directa (IED).
Lo anterior supone un cambio en la fuente de financiamiento de la balanza de pagos que, en años anteriores, sí fue financiada por la IED.
La cuenta corriente mide el ingreso y la salida de dólares del país.
Sin embargo, situaciones similares a la de este año también se experimentaron en el 2002, 2003, 2005 y 2008, años que, de una u otra manera, mostraron un contexto internacional convulso, lo cual suele moderar los flujos de IED.
Para el 2011, la situación fue similar debido al nerviosismo mundial provocado por la crisis en la eurozona y lo será también en el 2012 por las mimas razones.
Este año también se presenta un fuerte incremento en la brecha comercial (diferencia entre exportaciones e importaciones), pues hay un alto dinamismo en el gasto que, solo en bienes de consumo no duraderos, está creciendo a un ritmo del 18%, monto muy elevado para una economía que crece a un ritmo de 4,8%.
De momento, el Banco Central no prevé un deterioro en el financiamiento de la brecha externa, pero algunos economistas llaman la atención sobre el crecimiento del faltante.
El faltante
La mejor forma de financiar el déficit de la balanza de pagos es con más ingresos de capital y la IED representa la mejor vía.
Sin embargo, según la proyección del Central, este año se recibirá por concepto de IED un total de $2.200 millones, un monto que solo cubrirá el 92% del déficit de la cuenta corriente y para el 2013 el porcentaje bajaría a 90%.
En el 2011, la participación de la IED sobre el financiamiento del déficit había sido del 99% y, por el contrario, en el 2009 y el 2010 se logró financiar todo el faltante.
El Central ha advertido en muchas ocasiones que el financiamiento de la brecha no será un problema y que continuará siendo cubierto con capital de largo plazo, incluido un mayor endeudamiento del sector público con el exterior.
Flujos sanos de IED
Pese a que se está reduciendo la participación de la IED en el financiamiento del déficit de la cuenta corriente, lo cierto es que los flujos de IED lucen sanos.
Para el 2012, la proyección es que alcance $2.200 millones, unos $43 millones más que lo logrado en el 2011, lo que representa un crecimiento de 2,2% anual. En el 2011, la IED creció a niveles superiores del 40%.
La inversión de recursos del exterior es fuerte y sana, pero el déficit de cuenta corriente está sumando dos años de fuertes crecimientos, que superan el 65%.
Si en el 2010 el déficit de la balanza de pagos fue de $1.281 millones, en el 2011 ese monto subió a los $2.176 millones, y este año esa cifra será mayor.
Pese a lo anterior, no hay alarma porque, como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), el déficit de cuenta corriente luce controlado.
Según el Central, al cierre del año, dicho porcentaje rondará el 5,4% del PIB, mientras que en el 2011 había sido del 5,3%.
Sin embargo, sí hay una atención adicional puesta sobre ese indicador.
La emisión de eurobonos del Gobierno podría aumentar el déficit de cuenta corriente como porcentaje del PIB, así como también un mayor dinamismo del Programa de Fortalecimiento de Reservas que ejecuta el Central.
Es un riesgo
La menor participación de la IED en el financiamiento del déficit externo precisamente se incluyó en el balance de riesgos en la reciente Revisión del Programa Macroeconómico 212-2013.
Aunque en términos generales se anuncia que los flujos financieros previstos para el bienio 2012-13 serían suficientes para financiar la brecha en la cuenta corriente y para acumular reservas internacionales, el Central estará atento a la sostenibilidad del financiamiento de la cuenta corriente.
El gerente del Banco Central de Costa Rica, Félix Delgado, explica que, aunque no visualizan un deterioro en el financiamiento del déficit externo, este deberá vigilarse, especialmente por la situación en Europa.
Gastamos mucho
Aun así, el mensaje tras las cifras de la balanza de pagos es que, pese a su comportamiento estable, hay riesgo de que una menor IED no cubra el exceso de gasto.
El consumo total esta creciendo a ritmos del 20% y el consumo de bienes no duraderos, o no productivos, crece a un 18%.
Para el economista y expresidente del Central Jorge Guardia, se trata de un consumo muy elevado que sí pone en riesgo un aumento del déficit en relación con el PIB.
Una disparidad que incomoda mucho más cuando la IED suele moderarse a razón del contexto internacional de incertidumbre.
El déficit de la cuenta corriente recuerda el balance que debe haber entre lo que se produce y lo que se gasta como país y en ese análisis se evidencia que el consumo interno está superando por mucho el crecimiento de la economía nacional.