El Banco Central de Costa Rica salió en defensa, por segunda ocasión en 12 días, de la vigencia del límite al crecimiento del crédito, medida que se ha convertido en el blanco de críticas de los representantes del sector empresarial.
Una tras otra, la Ascociación Bancaria (ABC), la Unión Costarrincense de Cámaras y Asociaciones Empresariales (UCCAEP) y la Cámara de la Construcción han clamado públicamente por que se levante el tope, cuya vigencia original se extiende hasta octubre de este año.
La presión traspasó la puertas de la Presidencia de la República y, en un comunicado enviado por el despacho del vicepresidente Luis Liberman, el Poder Ejecutivo se declaró a favor de la solicitud de la ABC, aunque enfatizó que "el Ejecutivo no posee injerencia sobre las decisiones que tome el Banco Central, ya que este es un ente autónomo".
Frente al coro de voces clamando por el final del tope crediticio, el Banco Central emitió hoy miércoles un comunicado, firmado por su presidente Rodrigo Bolaños, en el cual sostiene que la vigencia de los límites al crecimiento de las carteras en colones y dólares está bajo análisis. La decisión será comunicada junto con el anuncio de la revisión del Programa Macroeconómico a finales de julio.
"La Presidencia del Banco Central ha manifestado públicamente que, en su criterio, el límite al crecimiento del crédito en dólares se puede sustituir por otras medidas que busquen que el costo de esos créditos reflejen los riesgos sistémicos que ellos le significan a la economía nacional", especifica el comunicado.
El levantamiento del límite al crecimiento de los préstamos en colones estaría atado a la aprobación en la Asamblea Legislativa del proyecto "Ley para desincentivar el ingreso de capitales externos".
"Ese límite global de crédito debería eliminarse cuando se disponga de los instrumentos propuestos a la Asamblea Legislativa en el proyecto de ley para desincentivar la entrada de capitales del exterior. Aunque esos instrumentos no se aplicarían en las condiciones actuales, es riesgoso no contar con ellos en un ambiente internacional todavía complejo y volátil, y donde la eliminación del límite significaría, por mandato legal, que no se podría utilizar este instrumento hasta transcurrido un año del último día de vigencia", recuerda el comunicado del BCCR.
La presión de los empresarios se agudizó ante el pobre desempeño de la economía local, reflejado en un Índice Mensual de Actividad Económica que creció un 0,2% durante el primer cuatrimestre del año. Para las Cámaras, esta desaceleración de la producción se debe al tope crediticio.
La teoría fue rechazada con fuerza en el primer comunicado de la autoridad monetaria emitido el 28 de junio. "El Banco no comparte la novedosa hipótesis, con discutible sustento formal, de que un límite al crédito que no ha implicado restricción de ninguna manera, explique el comportamiento de la actividad económica".
El tono es más comedido en el comunicado actual, que hace meción "a las las respetables opiniones de diferentes sectores sobre la eliminación de los límites al crecimiento del crédito del sistema financiero al sector privado no financiero".
Empero, el cambio en el tono no implica un cambio de posición. En esa, el Central se mantiene firme y agrega que cualquier cambio en la vigencia de los topes crediticios se anunciará cuando se haga pública la revisión del Programa Macroeconómico.