Nacidas entre 1980 y 1995 , este talento femenino está transformando el perfil de la fuerza laboral y el lugar de trabajo. Son importantes, no solamente porque son diferentes sino por su tasa de participación en educación universitaria y en el mercado laboral. Según el Estado de la Nación, las mujeres representan la mayoría de graduados universitarios desde hace más de dos décadas.
Según una investigación global de PwC a principios de año, esta generación ingresa a trabajar con expectativas de crecer y ocupar posiciones de mayor rango y la falta de oportunidades es la razón principal para cambiar de trabajo.
El 66% de estas mujeres tiene un ingreso igual o mayor que el de su pareja y muestra una mayor confianza y ambición en cuanto a su carrera que generaciones anteriores. Para ser exitosas y capitalizar estos rasgos predominantes, las empresas deben generar estrategias de desarrollo que incluyan una cultura organizacional inclusiva con políticas, programas y procesos basados en el talento.
Esta generación de mujer es influyente en cuanto a marcas y comparte opiniones con amistades, familia y comunidades en línea, constituyendo la mayoría de usuarios de medios sociales. Valora la calidad de vida, las relaciones personales y buscan marcas que les permitan conectarse entre sí.
Por lo anterior, puede agregar valor al negocio en su relación con colaboradores y consumidores del milenio, liderando canales en línea, retroalimentando a la función de mercadeo en el desarrollo de productos, servicios y estrategias y sirviendo como promotor de causas sociales o ambientales relacionados con las marcas.
La mujer del milenio está rediseñando el feminismo, sus opiniones cuentan, influyen en las decisiones de compras de sus familias y amigos y su rol en la economía ha crecido dramáticamente. La idea de tenerlo todo no es más una idea, es un objetivo que se han empeñado en lograr.