Es estimulante para una empresa o institución saber que tiene asegurada una continuidad con la presencia de gente joven que asume su responsabilidad y acepta con sabiduría los consejos de los años.
En la publicidad, como en toda la comunicación comercial, se requiere, para la elaboración de estrategias y conceptos diferenciadores, mentes muy atentas, inteligentes y cercanas a una nueva realidad, también muy propia de esa juventud.
Por eso, un buen concepto o estrategia (hechos con mentalidad fresca y actual) permite una serie de unidades notables y renovables en el tiempo futuro. El reconocimiento de la importancia de estos conceptos y estrategias no reduce, ciertamente, el valor de la intuición y el talento de las personas que los desarrollan. Pero sí ayuda a comprender que se trata de una creatividad más auténtica, con una conclusión profesional que se gana cultivando valores, además de muchos deseos de superación. Dos virtudes que suelen tener los jóvenes publicistas y comunicadores.
Cabe destacar que la mayoría de los anunciantes, los medios y empresas de publicidad y comunicación, han sabido cultivar estas semillas, formando jóvenes disciplinados, con muchas virtudes, observadores y bien intencionados.
Cuando un año que se va, la reflexión se impone y nos hace pensar con decidida certeza que la juventud también es un estado mental que debemos preservar todos dentro de nuestro corazón, siempre y celosamente, como una joya valiosa.