Hace algunos años, cuando Tesla Motors Inc. era una diminuta startup, Bill Ford Jr. le hizo una visita.
Los recorridos del fabricante de autos eléctricos y de otras firmas de Silicon Valley hicieron sentir al presidente de la junta directiva de Ford Motor Co. "los vientos del cambio" y sirvieron de inspiración para reinventar la compañía que su bisabuelo fundó hace más de un siglo.
"Me hizo aún más impaciente", dijo Ford, de 58 años, en su oficina a principios de enero. El ejecutivo enfatizó que la automotriz no escatimará esfuerzos para dejar de ser un simple vendedor de automóviles y convertirse en una empresa capaz de responder a la acelerada urbanización que se avecina.
La lista de tareas abarca el análisis de una gama de posibles asociaciones, incluyendo alianzas y adquisiciones, y experimentar internamente con nuevas líneas de negocios, como servicios de transporte estilo Uber y alquileres de autos que se pagan por minuto.
Ford ha hablado desde hace años sobre los problemas creados por el aumento de la congestión en las principales ciudades del mundo y de la necesidad de hallar alternativas de transporte conforme cambia la actitud de la gente hacia la propiedad de los automóviles.
"Para mí, es una manera de reinventar esta compañía que la vuelve muy relevante en los próximos 50 años", dijo Ford, quien preside la junta desde 1999. "Si no hacemos nada, con el tiempo podríamos quedar limitados a un número cada vez menor de compradores tradicionales de automóviles y camiones".
La convicción de Ford se repite en las oficinas de los ejecutivos de automotrices de todo el mundo. Pese a que las ventas de vehículos livianos aumentan en Estados Unidos a un ritmo récord y los bajos precios de la gasolina reavivan la pasión estadounidense por los rentables camiones y todoterrenos, la industria busca desarrollar tecnologías ante el supuesto de que dentro de 30 años un número creciente de personas no va a querer conducir vehículos a gasolina.
En el Salón Internacional del Automóvil de Norteamérica, que se celebró en Detroit, las automotrices presentaron planes para modelos autónomos, compartidos y eléctricos, en momentos en que el 60% de los vehículos que se venden son camionetas que consumen más gasolina. Una razón principal para ello es que los inversionistas han mostrado poca fe en la capacidad de Detroit para sostener las ganancias.
Wall Street, en cambio, ha disparado las valuaciones de un grupo de upstarts como Tesla, mientras que las acciones de Ford y General Motors Co. se han estancado.
A primera vista, los inversionistas deberían estar entusiasmados. Ford está obteniendo ganancias récord en América del Norte debido, en parte, al éxito de su nueva camioneta pickup F-150 con carrocería de aluminio. Los analistas prevén que 2016 será incluso mejor.
Bajo la batuta del presidente ejecutivo Mark Fields, Ford trata de expandirse a nuevos servicios de transporte. El ejecutivo anunció un plan de $4.500 millones para fabricar vehículos eléctricos para 2020 y ha autorizado una serie de experimentos en nuevos servicios, incluyendo autos compartidos y autónomos.
El acuerdo
Fields, que asumió el cargo a mediados de 2014, podría tener un as bajo la manga. Ford está en conversaciones con Alphabet Inc., la matriz de Google, para forjar lazos más estrechos con Silicon Valley, donde la automotriz amplió recientemente su laboratorio de investigación.
Como parte de ese esfuerzo, Ford evalúa la formación de una filial separada dedicada al desarrollo de vehículos autónomos para su uso como autos compartidos y en flotas, dicen fuentes. El fabricante desarrollaría el software para los componentes, como la dirección y los frenos, y Google proporcionaría el software de conducción autónoma que gobierna esas funciones, dijo una de estas personas. Google no quiso hacer comentarios.
Cuando se le consultó si Ford formaría una nueva filial o empresa para hacer inversiones estratégicas en autos compartidos, Fields respondió que "estamos abiertos a todas las posibilidades".