El outsourcing, es decir, la posibilidad de la participación de un tercero dedicado exclusivamente a cierta tarea, no solo es tentador sino que se convierte en una decisión inteligente que se ha fortalecido como tendencia en toda la región.
Un buen tercerizador debe, más allá de prestar un servicio, dar asesoría al gerente para detectar oportunidades, identificar riesgos, proveer soluciones, optimizar los resultados, en fin, propiciar desarrollo para la empresa.
Incluso, se puede ver como un complemento del nuevo Supply Chain Management, especializándose cada vez más en pulir cada una de las fases y con aportes operativos y tecnológicos que pueden traducirse en reducción de costos y por lo tanto mejorar la rentabilidad de la compañía.
Recordemos que el departamento logístico ha venido tomando cada vez más importancia en las empresas y sus resultados; de su eficiente funcionamiento puede depender la rentabilidad del negocio y su posición en el mercado y obviamente se reflejará en las utilidades.
Un proveedor que se ajuste a las demandas del área logística, con personal especializado que a su vez cuente con los mejores recursos y que esté disponible tiempo completo para su empresa, claramente aporta un beneficio al cumplimiento de metas y objetivos.
La incorporación de una empresa a la corriente de la tercerización se debe ver como un salto hacia ese propósito de mejora continua, que debe izar como una bandera el gerente de logística, quien asumirá un verdadero papel gerencial y no técnico ni operativo como típicamente termina siendo en las empresas.
No se puede pretender tampoco delegar completamente la tercerización, este es un proceso que se debe realizar con responsabilidad y que al final se convierte en una alianza y una relación ganar-ganar.
Así que dese la oportunidad de detenerse un momento y analizar la opción de incluir la tendencia de tercerización en su empresa, como opción para impulsar el crecimiento.
*Director Ejecutivo, Asociación GS Uno Costa Rica