El negocio de este costarricense le quita la nostalgia de muchos emigrantes de Centroamérica y el Caribe que viven en Estados Unidos y que quizá, por años, no han saboreado alimentos que eran parte de su vida cotiana.
Se trata de productos como las galletas Pozuelo, las salsas Lizano, verduras, frutas y gran variedad de artículos hechos en Costa Rica o en otros países de la región, que no se encontrarían fácilmente en suelo estadounidense.
Johan Madriz se atrevió a irse en el 2005 para Tennessee junto con su esposa, Merari Villatoro, con el fin de establecer la Limeña, solo con la idea de trabajar duro y conocer cada vez más sobre este mercado.
En el 2006, logró iniciar operaciones con tan solo una ruta, que le permitía repartir mercadería en este estado; duraba hasta una semana recorriendo de un lado a otro distintos puntos de venta.
“Empezamos en una forma bastante sencilla, mucho trabajo, mucho esfuerzo, enfrentando condiciones climáticas muy fuertes y distintas a las que estamos acostumbrados en Costa Rica, y adaptándonos a las regulaciones gubernamentales, legales y administrativas que conlleva iniciar una empresa en Estados Unidos”, recordó Madriz.
Pero todo esfuerzo tiene su recompensa. Actualmente, Limeña cuenta con un centro de distribución de 3.000 metros cuadrados ubicado en Nashville, estado de Tennessee donde también están las oficinas administrativas, y trabaja un equipo de 30 profesionales en diversas áreas.
Ahora la compañía de Madriz distribuye más de 900 productos en 120 ciudades de cinco estados diferentes, a 500 clientes y maneja 20 rutas distintas.
El primer año, Limeña logró ventas totales por $250.000, y hoy alcanza los $15 millones anuales.