El cierre del hotel de montaña La Condesa, ubicado en San Rafael de Heredia, puso en la mira una parte del sector holetero costarricense que ha sufrido durante los últimos tres años por una baja en la cantidad de visitantes.
Ante esta situación, los empresarios hoteleros procuran mantenerse vigentes en el mercado al implementar una serie de medidas como dar a conocer los atractivos de la zona donde se ubican, ofrecer tarifas competitivas y brindar un servicio de calidad.
La clausura del hotel La Condesa se dio en un año en el que sus administradores enfrentaron varios cierres efectuados por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), debido a las deudas patronales, y de sufrir un embargo de bienes a raíz de una demanda laboral.
Según la Encuesta de Ocupación Hotelera, realizada por la Cámara Costarricense de Hoteles (CCH), entre el 2011 al 2013, el nivel de ocupación para los hoteles de montaña cayó un 5,05 puntos porcentuales. “Ocupación hotelera”
Empresarios vinculados al turismo de montaña consideran que esta disminución es resultado de que los turistas, nacionales y extranjeros, se inclinan más por destinos considerados como típicos como la playa, y además, que los costarricenses intentan administrar mejor sus ingresos.
Medidas para permanecer
Ante la baja en la cantidad de huéspedes, ¿qué están haciendo estos complejos hoteleros para seguir en el mercado con cifras más que rentables?
Jonathan Núnez, encargado de mercadeo del Hotel Río Perlas, en Orosí de Cartago, mencionó que, en su caso, tratan de ofrecer buenas tarifas durante todo el año para así mantenerse estables. De esa forma, lograr atraer una mayor cantidad de visitantes, sobre todo en fechas como Semana Santa, las vacaciones de 15 días en julio y de fin e inicio de año.
Este complejo hotelero ofrece una tarifa actual que va desde los $70 entre semana hasta los $200 en la suite presidencial; en ambos casos, para dos personas con desayunos incluidos.
Durante el año pasado, según datos aproximados, reportaron la visitación de 12.378 adultos y 1.010 niños. Por otra parte, hasta la fecha, han recibido 9.661 adultos y 707 niños.
En el caso de Manantial Hotel de Montaña, que se localiza en San Gerardo de Dota, se intenta mantener vigente por medio de la difusión de mensajes en los que se incite a los consumidores que dejen a un lado las vacaciones tradicionales en la playa y visiten la montaña.
“Se trata de diferenciar un poco el producto, brindar una mejor atención, ofrecer buenas tarifas y dar a conocer más la zona”, afirmó Isaac Quirós, gerente del complejo.
Otros empresarios consideran que la rentabilidad del negocio no depende tanto de si este se ubica en la playa o en la montaña, sino de otros factores que influirán en la elección del cliente.
“Tiene que ver con la gestión de muchos otros factores que se asocian a una sana administración, al cuidado en el servicio al cliente y, por otra parte, con los atractivos asociados a la zona en la que uno se encuentre”, explicó Adriana Quesada, gerente de Mercadeo y Ventas del Arenal Country Inn, en San Carlos.
La representante destacó que ellos también se concentran en ofrecerles a los visitantes instalaciones con una limpieza y mantenimiento impecables, y además en brindar precios competitivos.
Este hotel posee un precio promedio de $70 por habitación doble y recibe alrededor de 5.000 personas anualmente.
Roxana Alvarado, gerente general del Hotel Chalet Tirol, ubicado en San Rafael de Heredia, también recalcó que una buena administración es clave para el éxito de un hotel de montaña, de lo cual son testigos, debido a que hace dos meses realizaron un cambio en la dirección, que ya muestra resultados positivos.
A estas acciones se le suman las efectuadas por las diversas cámaras vinculadas con el sector turismo y del Instituto Costarricense de Turismo (ICT).
Entre ellas destaca la campaña Vamos a Turistear, que incentiva a los costarricenses a visitar zonas del país gracias a los descuentos y beneficios que ofrecen.
Algunas de estas medidas podrían estar dando resultados debido a que, según la encuesta de la CCH, hasta julio pasado, se reportaba un promedio de 54,64% de ocupación en los hoteles de montaña, superior a la del 2013.
¿Qué queda por hacer?
El atraer turistas por medio de la captación de más líneas aéreas, aumentar la frecuencia de vuelos de las compañías que ya ofrecen sus servicios pero, sobre todo, concientizar a la población sobre que la época lluviosa es una de las mejores para visitar los hoteles de montaña, son algunas de las tareas pendientes.
“Todo ese trabajo lo está haciendo el ICT y las cámaras, pero hay que seguir haciéndolo con mucha más vehemencia, ya que no es solo incrementar por incrementar, es incrementar para subsistir”, destacó Gustavo Araya, presidente de la Cámara Costarricense de Hoteles.
El representante también destacó que, por las características climáticas que posee el país, se podría eliminar la segmentación de temporadas (alta y baja), logrando mantener así altos niveles de visitación de turistas durante todo el año.