Proyección cultural y educativa a la comunidad, decenas de encadenamientos productivos en todo el país y una gestión exportadora exitosa, hacen de este mariposario un caso de estudio.
Butterfly Kingdom es una de esas iniciativas que encuentran su fuerza en medio de la debilidad: la crisis financiera de 2008-2009 llevó a las socias Ileana Alfaro y Anabelle González a invertir todo su dinero y su tiempo en levantar un nuevo proyecto de negocios y de vida.
Las socias ya habían intentado levantar negocios paralelos a sus carreras en publicidad y educación, utilizando sus ideas como única guía, pero no les fue bien. Esto las obligó a buscar la capacitación especializada del INA, a la que atribuyen su éxito actual.
Pasaron semanas en las montañas de Puriscal, aprendiendo las particularidades de las mariposas.
De Escazú a Europa
Sus habilidades e intereses son complementarios, por eso Ileana se encarga de la administración del mariposario y Anabelle es la cabeza de la exportación de pupas a Europa. Eso sí, ambas conocen los detalles de todas las líneas del negocio, y cada una tiene la capacidad para asumir las tareas de la otra.
Las pupas o crisálidas son, en el desarrollo de la mariposa, el punto intermedio entre la oruga y el insecto adulto, el estado de quietud previo a la madurez. Su obtención es parte de un proceso natural, en el que la intervención humana se limita a proveer protección, primero de los pájaros y luego de las condiciones externas. Por eso, se convierte en aliado de grupos con pocos recursos.
“Conocemos historias de mujeres jefas de familia que nos dicen ‘antes comíamos arroz y guineo, ahora podemos comprar pollo’, gracias a los ingresos por la venta de pupas”, explica Ileana.
Butterfly Kingdom es la tercera empresa exportadora de pupas de mariposa del país, con proveedores de diferentes zonas y priorizando grupos de mujeres. La empresa exporta todas las semanas 1.200 pupas y podría colocar más, por eso necesitan hacer las giras para conocer más productoras locales.
“Procomer nos facilitó la lista de los países con mayor importación de pupas y dedicamos meses a la construcción de una base de datos de mariposarios, museos, jardines botánicos e instituciones similares. La primera vez, después de cientos de correos, solo nos contestó uno”, relata Anabelle.
Las empresarias ven su mariposario como un motor para el desarrollo, y confían en desarrollar un sentimiento de pertenencia en su comunidad, mediante actividades artísticas, charlas, visita de escolares y hasta fiestas infantiles, con una idea: “En lugar de meter a los niños en un restaurante de comida rápida ¡tráigalos a aprender con las mariposas!”.
Ileana Alfaro
Edad: 47 años
Currículum: Música y educadora.
Puesto: Socia fundadora, administración del mariposario.
Anabelle González
Edad: 46 años
Currículum: Diseñadora gráfica con experiencia en publicidad.
Puesto: Socia fundadora, administración del proyecto.