Aunque sus competidores duplican y triplican su población, Costa Rica se ha convertido durante los últimos años en uno de los mercados de oficinas más relevantes de América Latina.
Solo en el último año, el país ha producido cerca de 120.000 metros cuadrados (m²) de nueva oferta de oficinas clase A y AB, y ha logrado registrar una sana tasa de disponibilidad del 11,9%.
Estas cifras colocan a la nación como la octava generadora de oferta de ese sector en Latinoamérica entre julio de 2012 y julio de 2013, según un estudio de la firma estadounidense de bienes raíces Jones Lang LaSalle (JLL).
San José supera a ciudades como Buenos Aires (Argentina), Quito (Ecuador), Guadalajara (México) y Medellín (Colombia), pero está por debajo de ciudad de México, Sao Paulo (Brasil) y ciudad de Panamá, que ocupan las tres primeras posiciones.
Si se hace el ranking tomando en cuenta el inventario total de oficinas, Costa Rica se queda en la posición 10 con 850.000 m².
La investigación de JLL identifica nuevas oportunidades de crecimiento y expansión para la industria local, a diferencia de zonas como Panamá y Bogotá que están llegando al tope, u otras como Buenos Aires que van en descenso.
De hecho, la compañía de bienes raíces pronostica que el país cerrará el año con 84.000 m2 adicionales de inventario de primera clase.
A pesar del buen momento, los expertos coinciden en que Costa Rica aún debe trabajar en mejorar su infraestructura vial y ofrecer opciones más flexibles si quiere atraer nuevas compañías transnacionales a sus complejos.
Tendencias regionales
Aunque en el último año, la región ha visto un aumento significativo en la producción de oficinas, la demanda no se ha comportado igual y la tasa de disponibilidad alcanzó un promedio de 30%.
Además, según JLL, ya están en planificación otros 6 millones de m² hasta el 2015.
En muchos países, la expansión se ha dado por la estabilidad de variables macroeconómicas y por el crecimiento de la clase media. Sin embargo, la desaceleración de China, EE. UU. y Europa les ha pasado la factura.
Para Zach Cheney, director de JLL para América Latina, aunque Costa Rica no es un mercado desarrollado, sí ofrece altos estándares de calidad en sus propuestas para trasnacionales e, incluso, cuenta con servicios poco vistos en la región.
Uno de ellos es la posibilidad que le dan los desarrolladores a sus inquilinos de encargarse de las adecuaciones específicas de los espacios arrendados.
En cuanto a niveles de renta, Venezuela es quien registra los precios más altos (más de $150 por m² en clase A) debido a la devaluación de su moneda.
San José, por su parte, se coloca como la tercera nación más barata para alquilar oficinas ($20 por m² en clase A) luego de Guayaquil y Quito en Ecuador.
¿Quién es competencia?
Centroamérica (principalmente Panamá) y Colombia son los principales competidores para Costa Rica en el mercado de oficinas, según Cheney.
En el periodo en estudio, Panamá puso en oferta cerca de 230.000 m² como evidencia del boom comercial que vive actualmente y de los recientes incentivos fiscales que los inversionistas están aprovechando.
Bogotá también hizo lo propio con más de 150.000 m², pero a diferencia de Panamá logró mantener una tasa de disponibilidad del 4,9%, lejos del 29,8% que registra la nación vecina.
Este punto quizá sea una oportunidad para sectores como el costarricense, pues las ciudades colombianas no están respondiendo con rapidez a la alta demanda por espacios.
Por su parte, en Panamá la especulación reinó y ahora, con un mercado al tope, los desarrolladores lidian con demandas lentas.
Lo que viene
Las proyecciones de JLL auguran un crecimiento del inventario costarricense del 18% en los próximos dos años.
Los números hablan también de tasas de disponibilidad estables, pero de baja en los precios de alquiler del m² en las oficinas de mayor nivel, debido a la alta competencia..
Varios de estos proyectos ya se encuentran en construcción. Una lista proporcionada por otra compañía de bienes raíces de EE. UU., Colliers International, enumera al menos 10 proyectos en edificación actual.
Uno de los más ambiciosos es El Cafetal, oficentro de Garnier&Garnier ubicado en Belén de Heredia, que añadirá 20.000 m² de inventario.
Por su parte, el Centro Corporativo El Tobogán se levanta en San José en el lugar que por años ocupó el complejo turístico del mismo nombre.
La inversión de $60 millones y 30.000 m², contará con 105 oficinas, más de 1.100 espacios para parqueo, 20 locales comerciales, 66 bodegas, azotea y helipuerto.
Para Danny Quirós, gerente de inteligencia de Colliers, aunque la ubicación geográfica y la calidad del recurso humano todavía le dan al país una posición privilegiada, existen temas pendientes.
Quirós cree que es necesario mejorar la infraestructura vial, mantener los buenos niveles de educación y considerar las necesidades de expansión de las empresas ya establecidas.
Por su parte, Gabriela Llobet, directora de la Coalición Costarricense de Iniciativas del Desarrollo (Cinde), considera fundamental contar con una oferta flexible en términos de acabados, tamaño y costos.
“Las empresas buscan espacios con características que les permitan desarrollar sus operaciones con estándares de calidad global como contar con redundancia en telecomunicación y electricidad, iluminación y seguridad”, dijo la ejecutiva.
Algunos proyectos en edificación:
Aerocentro (8.000 m²) |
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Lindora Park (11.000 m²) |
CC. El Cafetal (20.000 m²) |
Avenida Escazú (5.000 m²) |
Icono (5.600 m²) |
Oficentro (4.000 m²) |
Sabana (6.000 m²) |
CC. El Tobogán (30.000 m²) |
Oficentro Dent (2.946 m²) |
Terracampus 2 (11.000 m²) |