La marca europea de relojes-celulares Burg quiere cerrar el próximo año con cuatro puntos de venta más en Costa Rica.
Hace un par de semanas, Burg inauguró su primer punto de venta directo en el país en el centro de uso mixto Avenida Escazú, pero la idea es expandirse a otras áreas de la Gran Área Metropolitana próximamente.
Según su gerente general, Oliver Merino, Curridabat, Heredia, Alajuela y Zapote son los próximos puntos a los que llegará la marca con sus propios locales durante el 2013.
Cada local significaría una inversión de $100.000 y una generación de cinco empleos directos y 20 indirectos.
Además, Merino indicó que se está en negociaciones con distribuidores para vender los aparatos también en negocios de retail.
Aunque Burg ofrece un concepto de reloj que funciona como celular, también viene a competir en un mercado en el que la marca Swatch tiene una fuerte presencia.
En el país, Swatch opera cinco pequeños kioskos en los centros comerciales Terramall, Multiplaza Escazú, Multiplaza del Este, Paseo de las Flores y Mall San Pedro.
EF consultó al director general de la franquicia en Costa Rica, Andrea Biagi, sobre sus planes de expansión pero al cierre de esta nota no había respondido.
¿Un reloj celular?
Para convertir en celular a un reloj Burg, basta con introducir una tarjeta SIM de cualquier operador y empezar a realizar llamadas.
Durante la primera etapa en el país, Burg traerá relojes con funciones como manos libres, marcación rápida, mensajes SMS y MMS, Bluetooth, pantalla táctil, puerto USB, conexión a Internet, cámara, calculadora y reproductor de música.
Según Merino, los modelos se ofrecen desde los ¢87.000 hasta los ¢215.000 en sus precios de introducción.
Costa Rica es el país número 30 al que llega la marca Burg.