En cuestión de dos años y medio, Costa Rica podría convertirse en la sede de la planta generadora de energía eléctrica mediante gasificación de residuos sólidos más grande de Latinoamérica.
La ambiciosa tarea es parte del plan que la compañía estadounidense Wastelectric tiene para el país, el cual incluye la inversión de $390 millones y la creación de 750 nuevas fuentes de empleo en sus dos primeras fases.
Adrián Meza, vocero de la firma, reportó que la planta de 40.000 metros cuadrados se instalará en un terreno de 11 hectáreas dentro de la Zona Franca El Coyol, en Alajuela. La construcción se iniciaría en unos cuatro meses, luego de que la Secretaría Nacional Ambiental (Setena), otorgue el aval correspondiente, y tardaría dos años en completarse.
En su capacidad total, Wastelectric podrá generar energía suficiente para abastecer a 108.000 hogares costarricenses al mes, es decir, 45 megavatios (MW), los cuales serán vendidos al Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
Así como Wastelectric, hay al menos 12 compañías locales y extranjeras interesadas en conformar una industria de generación de energía a través de residuos sólidos, como lo son las partes de aparatos electrónicos, materiales no reciclables, ropa y metales, entre otros desechos de la población costarricense.
Según Juan Antonio Vargas, director de la Federación Metropolitana de Municipalidades (Femetrom), ente encargada de coordinar dichos proyectos con el ICE, estas firmas provienen de naciones como Corea, España, Inglaterra, Francia y Brasil.
Empero, solo tres compañías han obtenido la elegibilidad para producir energía de esta manera, señaló Luis Pacheco, gerente de electricidad del ICE.
Además, de Wastelectric, la Agropecuaria Setenta Cuarenta y Ocho S. A. desarrollará un proyecto también de gasificación, pero de 1 MW en León Cortés de San José. Por su parte, Pirolíticos del Sur S. A. tiene permiso para producir 5 MW en Parrita de Puntarenas, a través de la tecnología de pirólisis y oxidación.
Entretanto, Coopelesca y Coopeguanacaste esperan luz verde para sus respectivos proyectos.
La primera cooperativa –establecida en la zona norte– impulsa desde el 2011, la idea de una planta procesadora de 150 toneladas de basura diaria para producir entre 8 y 10 MW de energía, con un costo aproximado a los $33 millones.
En Coopeguanacaste, la inversión será de $45 millones en una planta gasificadora de 8 MWh que atendería a los cantones de Liberia, Carrillo y Nicoya, de acuerdo con Eduardo Cabalceta, gerente de nuevos proyectos de la cooperativa.
De la misma forma, en Setena se estudia el expediente de la internacional Waste Energy que pretende desarrollar un proyecto de $33 millones en Barranca de Puntarenas, el cual está en trámite desde octubre del 2011.
La firma Greenway World Solution, de Estados Unidos, también anuncia en su página web un proyecto similar en Goicoechea.
Atractivo negocio
Con el aumento de un 33% en el costo de la energía eléctrica del sector industrial en los últimos seis años, las fuentes renovables de energía parecen una de las vías más razonables para revertir la situación.
A eso hay que agregarle que, según las cifras de Femetrom, en el país se generan diariamente 4.000 toneladas de basura, de los cuales únicamente 1.500 son tratadas en rellenos sanitarios.
De hecho, en el Decimonoveno Informe Estado de la Nación se señala que los rellenos sanitarios del país están agotando su vida útil y, por eso, algunos alcaldes han visto la oportunidad de migrar a otros tipos de tecnologías.
Una proyección hecha por la empresa consultora Ecoseg para Wastelectric, con base en datos del Estado de la Nación y el Instituto Nacional de Estadística y Censos, estima que, en 10 años, la generación de desechos per cápita del país incrementará en 7% y llegará a los 1,22 kg.
“El ICE valora esta alternativa desde la perspectiva de contar con electricidad producida en la base, favoreciendo la optimización de los recursos energéticos del país, ya que en la época seca puede llegar a sustituir generación térmica y en la época lluviosa coadyuva a lograr un nivel en el embalse Arenal más alto”, explicó Luis Pacheco.
Adrián Meza reconoce que estos dos factores, junto a la imagen ecológica que mantiene Costa Rica a nivel mundial, fueron las razones de mayor peso para seleccionar al país como su primera sede, a pesar de contar con opciones más ágiles en cuestión de tramitología en Panamá y República Dominicana.
El plan de la compañía es procesar unas 2.200 toneladas diarias provenientes de 35 municipios del país y reciclar el 14% de lo recibido. Para ello, contará con una flotilla de recolección de entre 100 y 120 camiones, además de los que coordinará con los municipios.
Críticas de ambientalistas
Desde que se anunció el acuerdo para generar electricidad a partir de desechos entre el ICE y Femetrom hace año y medio, las críticas por parte de ambientalistas se han dejado sentir.
El incentivo del consumismo para satisfacer la demanda de desechos, la contaminación que surgiría con el traslado diario de los residuos y una crisis en el sector de recolectores de material reciclable destacan entre los peligros señalados, según publicaciones del diario La Nación.
Por su parte, las empresas involucradas indican que implementarán medidas para que su huella de carbono sea mínima, por ejemplo, al limitar las zonas a las que llegarán. Asimismo, procurararían que las municipalidades continúen incentivando los programas de reciclaje.