La capacidad de los empresarios de ver más allá de los resultados financieros y colocarse como un actor clave en el desarrollo, en la búsqueda de la equidad, la paz y la justicia, pero también como referentes claves para la sostenibilidad ambiental, es la consigna que marcó hace 15 años a un grupo de empresas a conformar la Asociación Empresarial para el Desarrollo (AED), organización sin fines de lucro, cuyo eje es transformar las estrategias de negocios en torno a tres ejes: social, ambiental y económico.
Como dice su presidente, Luis Javier Castro, "las empresas crecientemente asumen la responsabilidad de tomar decisiones y rendir cuentas no solo por sus resultados económicos, sino, e igualmente relevante, por el valor que crean con sus operaciones, para lograr una mayor inclusión económica, integración social, seguridad y convivencia en democracia".
Nunca antes estuvieron las empresas y los empresarios tan en la mira de la sociedad como ahora; el papel que juegan en la sociedad, en la economía y en sus comunidades, así como el impacto social y ambiental que genera, son seguidos de cerca y con una alta dosis de crítica y de demandas, por el mercado y la colectividad social.
El cambio de paradigma, que comenzó a ser más visible cuando AED hizo su aparición, marcha hacia la consecusión de empresas, como señala Castro, que promuevan la inclusión social , que sepa enfrentar los riesgos sobre el medio ambiente, que logren incorporar en su proceso productivo a pequeñas y medianas empresas en sus cadenas de valor, que reconozcan la educación como motor del desarrollo personal y sepan fomentarla.
Si hay un aspecto que AED ha tenido claro a lo largo de esta década y media, es que aquel argumento de que el Estado era responsable único de promover el bienestar social y garantizar los derechos humanos ha dado un viraje hacia el entendimiento de que hoy las empresas cumplen un papel clave en la búsqueda de tales objetivos.
Bien lo explica, Silvia Lara, directora ejecutiva de AED: "AED reúne, organiza y articula en nuestro país empresas avocadas a revisar y redefinir sus estrategias de negocios considerando compromisos y responsabilidades fundamentales con el pleno cumplimiento de los derechos humanos, prácticas justas de operación, la transparencia y el bienestar de los consumidores, prácticas laborales que garantizan salud, seguridad, crecimiento personal y ocupacional y oportunidades laborales sin discriminación, así como la protección del medio ambiente, la participación activa en la comunidad y formas de gobernanza basadas en estrictos valores éticos y prácticas de anticorrupción".
Es decir, las empresas social y ambientalmente responsables, no son más que promotores de alianzas con el Estado justamente para fortalecer esas capacidades institucionales y las políticas públicas que buscan el bienestar social.
El aniversario será festejado este martes 28 de mayo en la Casa del Cuño, Antigua Aduana a partir de las 5 de la tarde. Como invitados estarán Dane Smith, con 20 años de experiencia como consultor, colaborador de Mark Krames, quien es coautor de Michael Porter en la creación de valor compartido.
También dictará charla Bernardo Toro, asesor de la presidencia de la Fundación Avina y miembro del Consejo Internacional de Instituto Ethos de Brasil, consultor de Unicef, Banco Mundial y el BID para América Latina.
Orígenes
AED surgió como organización en 1997 por 34 empresas que atendieron el llamado de su fundador Wálter Kissling y el INCAE. Aunque inició con la mirada puesta en apoyar proyectos de educación, pronto evolucionó hacia temas ambientales y otros de índole social bajo el planteamiento de desarrollo sostenible. Sus miembros, que hoy suman alrededor de 112 firmas, han logrado medir sus políticas sociales y ambientales, gracias a instrumentos que AED y organizaciones amigas desarrollan.
Es el capítulo para Costa Rica de organizaciones referentes a escala internacional como United Way, el World Business Council for Sustanaible Development y Red Forum Empresa, así como redes homólogas de la región como Convertirse e Integrarse. En esta última, ha cumplido un papel protagónico, liderando iniciativas, sistemas de autoevaluación y diagnóstico.
Para unirse a la asociación, es posible por medio de una membresía anual y hacerlo en una de cuatro categorías según el tipo de servicios y acompañamiento que requiera. Las categorías son Walter Kissling, Honor, Solidario y PYME.