Las grandes ideas cinematográficos no tienen la complejidad narrativa y técnica de El Señor de los anillos o del Titanic , sino que bajo una aparente simplicidad tienen un trasfondo y profundidad equiparable a las cimas y las simas, el Everest o la fosa de las Marianas: Odisea en el espacio de Stanley Kubrick o El retorno de Andrey Zvyagintsev.
La trama no es el tema, ni viceversa.
En Gravity, el planteamiento de la trama consiste en un equipo de astronautas que aborta una misión científica debido a los peligros que representa una nube de detritos de un satélite destruido por los rusos; mientras el tema, el mensaje, es sobreponerse a las dificultades y disfrutar el viaje de la vida.
Los temas más simples y que parecen básicos son los que pueden adquirir la densidad del big bang o de un agujero negro, como en este caso.
La riqueza discursiva se encuentra en el complejo entretejido de los diversos lenguajes, de los símbolos y el nivel de sus significaciones.
La última secuencia, en donde el agua es la fuente de renacimiento a una nueva vida entre lo vegetal y animal o el simple hecho de poner los pies sobre la tierra y dar un paso, que me recuerda a Armstrong: “That’s one small step for [a] man, one giant leap for mankind” (Un pequeño paso para un hombre, un gran salto para la humanidad), pero con un sentido diferente: el gran paso de cada individuo.
O cuando a la deriva sin oxígeno y sin posibilidades de ser rescatado, el teniente Kowalski exclama: “It is so beautiful! You should see the sun on the Ganges” (Es tan hermoso, deberías ver el sol en el Ganges), se desprende que al igual que el viaje de la vida, el viaje de la muerte es maravilloso.
Es una reconciliación entre el imposible deseo de los seres humanos por la eternidad y la irremediable realidad de nuestra finitud. Una aceptación inusual en la sociedad occidental.
Parafraseando a Savater, no podemos hablar de la vida, si no empezamos con la muerte.
Clásico de todos los tiempos
A partir de este momento, no es necesario que me refiera a lo evidente: el carisma de Clooney, la fragilidad de Bullock y su transformación, el realismo que aportan las otras voces, especialmente Ed Harris como el controlador de la misión.
No es necesario decir que Alfonso Cuarón ha construido una película que se convertirá en un clásico de todos los tiempos.
Tuvo la oportunidad hasta de alucinar como la doctora Stone y mofarse de las películas de acción cuando hace ingresar al teniente Kowalski en el módulo ruso, pues una situación como esta es perfectamente factible en ese género ( Deux es machina ).
Si usted piensa que va experimentar una película de acción, peripecias y efectos especiales, quizás hasta se defraude; a pesar de la perfección técnica en la fotografía, los efectos visuales y sonoros y el montaje, entre otros.
Sería mejor que –para ser consecuente con la historia– disfrute el viaje y navegue en el espacio. Si descubre algún defecto o incoherencia, ponga el foco en el entretejido que he sugerido, que es lo verdaderamente importante.
Dé sus propios pasos.
De la producción
Gravedad fue escrita por Alfonso Cuarón y Jonás Cuarón, producida por Alfonso Cuarón y David Heyman, con Chris deFaria, Nikki Penny y Stephen Jones como productores ejecutivos. El equipo detrás de cámaras incluye al director de fotografía Emmanuel Lubezki; Andy Nicholson en el diseño de producción; a los editores Alfonso Cuarón y Mark Sanger, y a la diseñadora de vestuario Jany Temime
Fuente Discine.