¿Preparándose para reponer el fin de semana todo lo que no ha tomado de lunes a viernes? ¿Esperando invitaciones por su cumpleaños? Tenga cuidado, puede ser víctima del síndrome de corazón festivo.
También conocido como corazón de fiesta o corazón de fin de semana, se caracteriza por trastornos del ritmo cardíaco debido a la ingesta de cantidades moderadas o importantes de alcohol en cortos periodos, lo que produce palpitaciones y sensación de falta de aire a quien lo sufre, dependiendo siempre de la susceptibilidad individual, entre otros factores.
Se presenta en personas generalmente con buena salud que están celebrando en una fiesta. Los niveles de alcohol etílico o etanol en sangre van a depender de varios factores: grado de concentración de alcohol en la bebida, el tiempo en que se ingiere, peso corporal del bebedor, contenido de agua en el organismo, estado de ayunas, sexo y habituación.
Lo que la persona percibe en la ingesta aguda son palpitaciones, ya sean esporádicas en el caso de extrasístoles (trastorno del ritmo cardíaco que se caracteriza por aparecer latidos prematuramente en el tiempo), o muy seguidas, generalmente con falta de aire secundaria a fibrilación auricular (arritmia que se caracteriza por latidos auriculares descoordinados y desorganizados, lo que genera un ritmo cardíaco rápido e irregular).
La fibrilación auricular es una arritmia muy frecuente. Cuando es aguda y sin patología cardíaca previa, es benigna y desaparece sin medicación dentro de las 48 horas siguientes. Pero inevitablemente hace pasar un mal momento a quien la sufre, quien generalmente debe consultar a un médico en forma urgente.
Si el paciente presenta una cardiopatía previa y dependiendo de la cantidad de alcohol consumido, se pueden presentar otras arritmias más graves e inclusive la muerte súbita.
Todo esto se ve en el alcoholismo agudo. En el alcoholismo crónico podemos ver la miocardiopatía alcohólica. Como el alcohol actúa directamente sobre el músculo cardíaco deteriorando su función, provoca una disminución de la contracción del corazón llevándolo a la insuficiencia cardíaca.
Además de la bebida
Más allá del alcohol, drogas como la cocaína también puede provocar arritmias severas. Esta sustancia es también vasoconstrictora, con lo cual puede subir en forma importante la presión arterial y disminuir el riego sanguíneo de tal forma que llegue a producir tanto infartos cerebrales como cardíacos.
Pero además del síndrome de corazón festivo, es bueno recordar que los excitantes pueden por sí mismo producir trastornos del ritmo cardíaco.
Estos son exceso de café, té, mate (sobre todo con algunos tipos de yerba), cigarrillo y estrés.
En los pacientes hipotiroideos, drogas como la Levotiroxina por sí sola puede producir palpitaciones así como los inhaladores en los asmáticos.
Más riesgoso
La combinación de excitantes aumenta considerablemente el riesgo de sufrir arritmias.
Por ejemplo, si mezcla alcohol y tabaco, tabaco junto con mate, café o té, o bebidas energéticas con cualquiera de los anteriores.
Si bien la aparición de arritmias depende de la susceptibilidad individual de cada uno, las personas hipotiroideas medicadas con Levotiroxina o asmáticos que usan inhaladores, deben saber que tienen que ser moderados tanto en la ingesta de alcohol como con el consumo del resto de los excitantes mencionados.
La contextura física y la frecuencia de consumo también desempeñan papeles fundamentales: cuanto menores sean, mayor el riesgo.
Fuente: El País / GDA / Uruguay.