La corporación Bridgestone cambió su estructura para Latinoamérica y a partir de 2016 fusionará la operación de Costa Rica con la de México. Con esto se crea la unidad de negocio más grande en Latinoamérica y se abren nuevos mercados a los neumáticos producidos en el país.
El encargado de liderar este cambio es el argentino Daniel Benvenuti, quien conversó con EF sobre las implicaciones de la fusión y el futuro para la operación costarricense.
¿Cuál es el objetivo de la corporación Bridgestone al fusionar sus operaciones de México y Costa Rica?
La integración lo que hace, más que sumar, es multiplicar. Si hacemos esto, es para crecer más todavía. Entonces tenemos planes de expansión en la región, de hecho hoy la planta de Costa Rica está produciendo seis días; queremos llevarla a siete días de producción y eso significa tomar una dotación más de trabajo para cubrir ese turno extra que se crea.
Eso creará nuevos puestos operativos ¿Habrá recorte de personal ejecutivo?
En realidad, el crecimiento lo vamos a hacer no con un recorte en la nómina sino generando más y mejores negocios. Lo que sí estamos haciendo es un mapeo, tanto en México como en Costa Rica, de cómo son nuestros equipos y cuál es el equipo ideal. Independientemente de si una posición se repite o no se repite, los talentos que tenemos nos costaron tiempo e inversión, y tenemos que seguir desarrollándolos; lo que vamos a hacer, a lo mejor, es encauzarlos de una forma diferente.
¿La operación de Bridgestone en Costa Rica está prevista para producir a largo plazo o está en revisión con estos cambios?
Está prevista a largo plazo. Costa Rica tiene un costo competitivo dentro de lo que es la organización Bridgestone. En Latinoamérica es uno de los mejores costos que tenemos, o sea que es competitiva.
“Si tuviéramos canales como la Alianza del Pacífico, un tratado de libre comercio con Ecuador o con Brasil, ampliaríamos más su potencialidad, y a lo mejor estaríamos pensando en otros proyectos de largo plazo”.
¿La planta local seguirá exportando a México?
Sí, el año pasado compramos 600.000 unidades a Costa Rica. El hecho de tener cero arancel entre Costa Rica y México también nos favorece para hacer algunos negocios cruzados, algunas cosas que a lo mejor serían mucho más eficientes producirlas acá, entonces podremos compartir. Estamos trabajando en cómo consolidar los negocios, tenemos una oportunidad importante en México con el crecimiento de la industria automotriz. Bridgestone es líder en esa área, tenemos más de 29% de participación de mercado en México en todos los proyectos nuevos.
“El año pasado, la industria automotriz cerró con tres millones y medio de producción de vehículos entre coche y camioneta. En el 2020, va a ir a cinco millones, entonces estamos trabajando fuerte en esta integración porque también necesitamos una pata más en la mesa, para soportarnos en algunos negocios”.
Entonces, ¿sumarían los productos hechos en Costa Rica a estos negocios de equipo original automotor?
La idea es tener una cabeza pensando en la integración de las plantas, cómo hacerlas crecer más. Tener dos plantas en la región lo que nos permite es especializarnos: en vez de hacer un sinnúmero de productos, nos especializamos en algunos, somos más eficientes, hacemos lotes de producción más prolongados durante el mes, eliminamos tiempos no operativos cuando tenemos que hacer cambios, la idea es competir mejor.
“Hoy el mercado está abierto, los chinos ocupan más del 50% donde la competencia a veces no es tan leal con el tema de precios, entonces todo suma, tener costos más eficientes mejora la competitividad de la empresa”.