A pesar de ser el único fabricante de varilla en el país y atender el 70% de la demanda de este material de construcción, Arcelor Mittal trata de reducir sus costos y ajustarse a los vaivenes que vive la industria de la construcción.
Por ejemplo, el 100% del agua utilizada en la producción se recicla y para el 2010 logró rebajar el consumo energético en un 15%.
“Somos el sexto consumidor de búnker del país y estamos a la espera de que el Gobierno defina su política en cuanto a gas natural”, comentó Juan Pablo Vargas, gerente de la planta.
La facturación mensual de búnker representa el 30% de sus costos totales.
Son costos, añadió Vargas, que se elevan si se toma en cuenta que, mientras en Costa Rica cada MMBtu (millones de unidades térmicas) de búnker cuesta $20, en otros países vale $4.
Debido al peso en la factura energética, Arcelor Mittal opta por paralizar la planta todos los días de 10 a.m. a 12:30 m.d. y de 5:30 p.m. a 8 p.m. que son los periodos picos de consumo de energía en el país y cuando la tarifa es mayor.
La planta donde se hace la varilla y otros laminados como angulares, pletinas y vigas está ubicada en Jiménez de Pococí, en Limón.
La compañía tiene otra fábrica en La Ceiba de Orotina donde hace trefilados, una bodega en Tibás y las oficinas centrales están en Escazú.
Otra acción fue la de optimizar la capacidad de sus hornos: se pasó de 65 toneladas por hora a 85 toneladas.
En promedio, la planta de laminados genera al día 1.100 toneladas. La línea más importante es la varilla de construcción, pero también destinan producto al sector automotor, electrodomésticos y empaques.
Estos proyectos de ahorro le han permitido acomodarse a la coyuntura que vive el sector construcción.
Esta industria no ha logrado retomar los ritmos de crecimiento experimentados antes del 2008.
A pesar de eso, Arcelor muestra crecimientos en ventas sostenidos año con año pero sin alcanzar las cifras previas a la crisis.
Sector preocupado
Eso le ocurre a todo el sector. Según la Cámara de Industrias, 6 de cada 10 industrias esperan un crecimiento positivo este año, pero moderado, y un 10% proyecta contracción en su producción respecto del 2012.
En construcción, se registró un crecimiento de 1,3% en el primer cuatrimestre del 2013, mientras en el mismo periodo del 2012 fue de 2,2%.
Ya con los resultados al primer semestre, la esperanza de crecer un 11% se desvaneció como dijo Gonzalo Delgado, presidente de la Cámara Costarricense de la Construcción.
“Más bien vemos un decrecimiento si no se hace un cambio en las políticas macroeconómicas muy pronto, así como generar la confianza para ello”, aseveró.
Delgado achaca el ambiente de incertidumbre al manejo de la política macroeconómica y a los cambios en las directrices para calificar a sujetos de crédito.
En opinión de Christian Dedeu, gerente de ConstruRed (grupo de ferreterías y almacenes de venta de materiales de construcción), la disminución en la obra pública impactó desfavorablemente, pese a que la construcción se mantiene un poco por encima del año pasado.
En su criterio, es lógico que luego de una crisis tan fuerte los inversionistas sean cautelosos al decidir nuevos negocios.
Hacia gas natural
Precisamente, en esa búsqueda por reducir costos y ser más competitivo, Arcelor Mittal tiene la mirada puesta en el gas natural.
La idea, dijo su gerenta de Recursos Humanos, Julieta Álvarez, es introducirlo como fuente energética en el corto plazo.
Pasar de la teoría a la práctica implica que el Gobierno tome la decisión de invertir en la infraestructura necesaria para ofrecer en el mercado este tipo de energía, lo cual, podría tomar años.
El año pasado, la Refinería Costarricense de Petróleo (Recope) contrató un estudio sobre el potencial de uso de gas natural.
La conclusión era que es factible construir una terminal de gas natural licuado.
Los montos de inversión proyectados ($75 millones al 2015, $25 en la segunda etapa al 2019 y $55,6 millones al 2026) son de fácil retorno y las empresas con calderas y hornos que tendrían que hacer cambios, podrían recuperar la inversión en un año.
Arcelor es el quinto cliente en importancia para el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y mantiene un diálogo permanente para lograr pasarse al grupo de clientes de alta tensión, como lo son Intel y las empresas distribuidoras de energía.
Además, como la mayor parte de su transporte del acero desde Moín hasta la planta se hace en ferrocarril, representa el 60% de la facturación del Incofer.
Este año, la compañía espera producir unas 350.000 toneladas métricas de laminados. De la producción total, exporta el 40% a Nicaragua, El Salvador y Guatemala.
Internamente está a la espera de que el Estado (Procuraduría y Tribunal Contencioso) resuelva las apelaciones presentadas contra una nueva norma técnica de la varilla que debía empezar a regir el pasado 23 de mayo y que para el sector construcción exige más allá de la norma internacional.
Mejoras internas
Planta Jiménez: La planta de laminados de Arcelor Mittal está situada en Jiménez de Pococí, zona atlántica del país, donde laboran 113 personas, la mayoría operarios.
Educación: Uno de los proyectos que desarrolla es mejorar el nivel académicos de sus colaboradores, por eso mantienen alianzas con institutos, universidades y centros de enseñanza. Al año, en promedio, la empresa invierte unos $200.000 en educación con 250 horas/persona en capacitación anual.
Ambiente y seguridad: Otra área de trabajo es la seguridad ocupacional con la meta de cero fatalidad en el 2013 (tienen tres años consecutivos de cero accidentes). En ambiente, los trabajos recaen con el consumo de agua y el reciclaje de acero.
Fuente Julieta Álvarez, Arcelor Mittal.