Sus vidas se unieron y no por casualidad. Cuatro emprendedores con negocios relacionadas con la tecnología y con una experiencia para compartir decidieron ser el puente que conecte a otros jóvenes emprendedores con personas dispuestas a ser sus socios e inversionistas.
Alejandro Azuola y Monserrat Trigueros crearon una aplicación de costarriqueñismos que se descarga en iTunes y en dispositivos móviles; Néstor Villalobos es uno de los desarrolladores del juego Tweet Land y Adrián García es miembro directivo del juego Pota Toss.
Ellos recibieron y guiaron –de manera gratuita–, el pasado 14 de noviembre, a un grupo de emprendedores que buscaban los pares ideales para concretar, madurar y desarrollar sus ideas de negocios.
Es un ejercicio que seguirán haciendo a través de la empresa que constituyeron, Voyager Labs. El próximo encuentro será el 12 de diciembre.
Los cuatro han vivido en carne propia las dificultades que existen en el país para que ambos mundos logren alinearse.
“Queremos comenzar a crear una cultura en Costa Rica de emprendimiento que motive a personas emprendedoras, desarrolladores y mercadólogos que desean poder encontrar un co-founder y conocer a su próximo socio de emprendimiento”, comentó Azuola.
Néstor Villalobos reconoce que muchas veces una idea, a pesar de ser buena, se intenta madurar cuando su creador se une con un amigo o un familiar, pero sin ser la dupla perfecta para facilitar el proceso.
Intermediación
Los socios de Voyager Labs fungen como puente para que emprendedor e inversionista se conozcan. No intentan ser jueces del proyecto, solamente vinculan a ambos
Eso sí, todas las solicitudes que reciben para participar en el encuentro son estudiadas y filtradas con el fin de conectar a socios con intereses similares.
Algunas veces, agregó Adrián García, se trata de una persona que quiere invertir pero que no sabe nada de la idea; en otras ocasiones ambos son conocedores de la temática.
En un emprendimiento hay cinco grandes etapas, explicó Azuola. La primera cuando una persona tiene una idea y le da cierta forma. En una segunda fase, requiere encontrar un socio para potencializar ese negocio. Luego, se construye el prototipo; más adelante se busca mercado con usuarios o consumidores para, finalmente, si el proyecto tiene un futuro formado, se busca inversionista para masificar el producto o servicio.
“Nuestra empresa se enfoca en la segunda etapa porque lo que queremos es lograr un mayor número de emprendimientos exitosos en Costa Rica”, aseveró Azuola.
Hay actores encargados del resto de etapas, por ejemplo, las incubadoras privadas o del Gobierno fomentan la innovación o el fondo para pequeños y medianas empresas y otros canales de financiamiento permiten financiar el prototipo y su mercadeo.
La modalidad que utiliza Voyager Labs es de citas rápidas, donde las personas puedan, con un alto grado de eficiencia, encontrar a su par ideal.
El objetivo es hacer este tipo de encuentros con cierta regularidad. El próximo será en diciembre en el Cuartel de la Boca del Monte en San José.
Villalobos cree que aunque la primera actividad fue gratuita es probable que el resto no porque el hecho de cobrar una tarifa genera una actitud de mayor responsabilidad para asistir.
Por ser la tecnología la rama en la que cada uno de los socios de Voyager Labs se dedica en forma individual en sus propios emprendimientos, las conexiones que procuran concretar juntos serán en una primera etapa en el ámbito tecnológico.
Descartan, por ahora, que haya una plataforma virtual para alcanzar su objetivo de unir a emprendedores. Para ellos, sigue siendo fundamental el contacto visual y directo.