Alquilar un local comercial en el Área Metropolitana, de unos 80 metros cuadrados, puede costar alrededor de $1.000 al mes, un costo elevado si se trata de una pequeña empresa que apenas vende ese monto en el mismo periodo.
Sin embargo, varios empresarios se las han ingeniado para comercializar sus productos o servicios optando por alternativas diferentes de tener su propia tienda, y a menor costo.
Alianzas con otros colegas, aprovechamiento de actividades comunes y los canales digitales son algunas de las vías que han han resultado exitosas para el pequeño empresario.
Datos de la consultora Euromonitor indican que las ventas que se hacen sin tener un local (directas, desde la casa o por Internet) alcanzaron $297,1 millones en el 2012 y se estima que crecerán un 56% para el 2017.
Malls callejeros
Para alquilar un local, Margoth Ortiz necesitaría vender unos 50 delantales que confecciona a mano desde su casa, donde adecuó un cuarto como taller. Con estos números, su negocio sería poco rentable, por lo que ha optado por otros canales de venta.
Desde que creó Happy House –dedicado a la fabricación de delantales de algodón personalizados– ha probado diferentes vías para comercializar su producto y la que más le ha resultado son las ferias de la Asociación Nacional de Artesanos de Santa Ana.
El artesano paga una cuota anual y entrega un video demostrando que él hace el producto. Con esto, podrá participar en todas las ferias que se organicen a lo largo del año.
Ortiz debe planificar al menos con tres meses de antelación si va a participar en una feria o no, pues sabe que debe llevar entre 50 y 80 delantales mínimo para suplir la demanda de los días de la feria, que suelen ser mínimo una semana.
Esta asociación recibe artesanos de todo el país, aunque su sede es en Santa Ana. Parte de los eventos que realiza en el año son con artesanos internacionales.
Francisco Llobet, presidente de la Cámara de Comercio, externó que las ferias son una oportunidad para que el pequeño empresario tenga “su propia tienda” en un espacio que puede resultar tan concurrido como un mall .
La Cámara también realiza ferias cada cierto tiempo como una forma de apoyo al pequeño empresario.
Llobet sugirió también participar en ferias del agricultor, donde se pueden vender productos que no necesariamente son agrícolas o comestibles.
Canales digitales
Las ventas a través de Amazon, sitios web o redes sociales son también una alternativa para ahorrar costos de alquiler.
Tal es el caso de MyGeekPillow, empresa dedicada a la fabricación de almohadones personalizados.
Su fundadora, María José Lerena, afirmó que el producto se concebió para que se vendiera por Internet, donde siempre ha mantenido buen movimiento.
“No ha sido necesario alquilar un local e, incluso, hemos intentado colocar el producto en tiendas sin obtener gran éxito porque el valor agregado de nuestro producto es la personalización”, comentó Lerena.
Esta empresaria de origen uruguayo regresó a su país para crear ahí también MyGeekPillow, mientras que en Costa Rica el proyecto lo siguió su socia costarricense, Catiuska Pérez.
Reciben los pedidos de sus clientes mediante correo electrónico, Facebook, Instagram, Skype y hasta en su celular.
Otro caso de ventas digitalizadas es Naloop, un portal de productos sostenibles con el ambiente cuyo objetivo es apoyar las creaciones de diseñadores industriales y pequeñas empresas de manufactura.
Este emprendimiento se planeó desde el 2010 y este año logró concretar el financiamiento inicial mediante el apoyo de la Universidad de Costa Rica (UCR) y el Sistema de Banca para el Desarrollo, informó su fundador, Ricardo Murillo.
Quien quiere vender en este portal debe ingresar al sitio www.naloop.com , llenar un formulario e inscribir sus productos en una de las 11 categorías. El requisito es que deben seguir varios principios de sostenibilidad para poder ofrecer los productos.
“Naloop no solo reduce los costos de mercadeo, también reduce los inventarios al ofrecer un servicio make to order” , agregó Murillo.
Las fechas de entrega oscilan entre 4 y 15 días de arribo a la puerta por medio del servio de Correos de Costa Rica a todo el país.
Espacios compartidos
Si definitivamente el empresario considera que requiere un espacio físico para promocionar su producto o servicio, existen las alternativas de espacios compartidos a menor costo.
Regus ofrece esta modalidad, que cuesta desde $300 al mes e incluye el uso de un cubículo con todos los servicios básicos y una dirección postal.
En un mismo espacio existen varios cubículos para otros empresarios, detalló Juan González, director de Regus para Centroamérica y el Caribe.
Otras dos alternativas más sencillas son una membrecía de $15 al mes, donde obtienen un área de trabajo con acceso a Internet, o las oficinas virtuales desde $80, que se alquilan por lapsos cortos o incluso horas.