Pese a que los números oficiales de las exportaciones muestran un sector pesquero con crecimiento, varios empresarios señalan que no ha sido su mejor año.
Sin embargo, algunas compañías sí respaldan las cifras, crecen y mantienen sus planes de inversión, como el caso de los exportadores de atún enlatado y tilapia fresca.
Empero, los que ven la situación complicada afirman que los costos totales de enviar un contenedor de pescado al exterior son mayores en Costa Rica que en Panamá o Ecuador, países que son competencia.
Además, la entrada y salida de la Unión Europea y de Estados Unidos no es muy alentadora, en medio de una crisis que parece no terminar del todo.
Números al alza
De enero a mayo de este año, tres de los cuatro principales productos del sector pesquero mostraron crecimiento en sus exportaciones respecto al 2012, de acuerdo con datos de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer).
Se trata del pescado fresco o congelado (22,46%), el atún (16,59%) y los camarones (59,71%). En contraste, los filetes de pescado mostraron un descenso del 5,88%. .
En el caso del pescado fresco o congelado, aunque muestra números positivos, es un crecimiento menor en relación con el periodo 2011-2012.
Víctor Jiménez, gerente general AQUA Corporación Internacional (GACI) –dueña de las compañías Terrapez y Aquacorporación–, informó que ha sido un buen año para la empresa.
GACI exporta tilapia fresca y congelada que cultivan en granjas acuícolas.
Desde mayo del 2012, automatizaron su línea de producción, lo que les ha permitido tener mayor control y ser más eficientes. Al trabajar con cultivo y no con pesca, el negocio no depende del ciclo de los bancos marinos.
La estimación es que este año cerrarán con un crecimiento del 8% en su producción.
De acuerdo con Jiménez, se suma también que ha existido un cambio en la situación de cultivo de tilapia de Ecuador, que ha beneficiado a la finca local.
Su principal mercado es Estados Unidos, pero están valorando México y otro destino que prefirió no dar a conocer.
Entre los planes de inversión esperan para finales de año haber mejorado la eficiencia en las etapas tempranas del cultivo de tilapia, mediante sistemas más controlados.
“Vamos a tener individuos más competitivos y más fuertes, con lo que generaremos más volumen”, agregó Jiménez.
También ha sido un año bueno para la empresa Alimentos Prosalud –dueños de marcas como Sardimar, Tesoro del Mar y otros atunes–.
Shirley Romero, directora de Comunicación Corporativa, informó que en los últimos años han crecido a doble dígito a raíz del ingreso a nuevos mercados y del aumento en los países que ya están establecidos.
Para este año, visualizan continuar con números positivos ya que recientemente lanzaron en Estados Unidos la marca Neptuna con envase plástico.
Los resultados les han permitido invertir en varias áreas. Se realizó una mejora para sustituir la tapa de hojalata de los envases de atún por una lámina plastificada, que es más práctica para el consumidor, lo que requirió una inversión de $1 millón.
También adquirieron nueva tecnología para mejorar las eficiencias del proceso de producción de conservas de atún.
Parte del dinero se ha invertido en gestiones para reducir la huella ambiental a través del uso de energía solar; consumo de gas en sustitución del búnker; generación de energía eléctrica partiendo del gas metano; uso de iluminación LED y la construcción de un centro de acopio para el reciclaje, acciones que suman unos $5 millones.
Esta empresa exporta a toda Centroamérica, el Caribe, Estados Unidos, Alemania, España e Italia. Este año inician exportaciones a Emiratos Árabes Unidos y Polonia, y están por cerrar negociaciones con Rusia, China y algunos países en Sudamérica.
Dura competencia
Varios exportadores de pescado fresco de especies como dorado, atún o cabrilla contrastan con los números positivos de Procomer y experiencias como las de Sardimar y GACI.
Alberto Pérez, gerente general la Exportadora PMT, señaló que el precio del combustible ha elevado los costos del producto los últimos años, lo que deja menos margen de ganancia frente a la competencia.
Además, coincide con una época en la que la captura de pescado está disminuyendo.
“Algunos pescadores han dicho que es una cuestión cíclica, pero otros creen que sí están disminuyendo las poblaciones de peces”, externó Pérez.
Al respecto, James Arias, gerente general de Exportadora Frumar S. A., consideró que se trata de factores climáticos como El Niño o La Niña, que cambian los patrones de temperatura del océano y, por ende, las zonas de captura.
El gerente de Frumar coincide con Pérez en que los empresarios ticos enfrentan mayores costos.
Además de los precios del combustible, hay que sumar mayores regulaciones sanitarias, tributarias, cargas sociales, electricidad y tasas de interés.
Otra de las debilidades del sector es la competencia de los botes industriales de bandera extranjera frente a la flota nacional de palangre y artesanal, que pesca hasta 100 toneladas menos que la industrial.
Esta situación tiene doble efecto negativo para el negocio tico, pues reduce la disponibilidad de peces y obliga a los palangreros a viajes más largos, lo que implica más tiempo y más costos.
La crisis económica internacional que sigue afectando a Estados Unidos y a la Unión Europea continúa limitando el crecimiento de la industria.
Otra de las debilidades señaladas es la falta de infraestructura frente a mercados competencia como Panamá.