Alrededor de 50.000 metros cuadrados de construcción conforman la Zona Franca del Atlántico, ubicada en Búfalo de Limón, y desarrollada por la empresa Guanazul.
Cuando se anunció el proyecto, en el 2010, se estimó que generaría entre 1.000 y 1.500 empleos a partir del 2012. Sin embargo, llegó el 2013 y el terreno sigue vacío, pues varios inversionistas han visitado las instalaciones pero sin concretar ningún acuerdo.
La infraestructura local y la ausencia de mano de obra son dos de las razones por las cuales muy pocas empresas optan por instalarse fuera de la Gran Área Metropolitana (GAM).
Durante el 2012, el país recibió $2.265 millones por concepto de inversión extranjera directa.
Se concretó la instalación de 40 proyectos, pero menos del 5% se ubica o ubicará fuera de la GAM, de acuerdo con la Coalición Costarricense de Iniciativas para el Desarrollo (Cinde).
Pese a las iniciativas de Cinde para llevar la inversión a otras zonas y los beneficios otorgados tras la reforma a la Ley de Zonas Francas , la mayoría de los empresarios siguen optando por la GAM.
Solo algunos cantones como San Isidro de El General, Tilarán y Turrialba sí han logrado atraer proyectos.
Limón, atractivo por zonas
El parque industrial de la zona atlántica tiene un área total de 100.000 metros cuadrados.
La mitad del terreno ya la ocupa la empresa Servicios Integrados de Exportación y Logística (Sielsa), por lo que quedan disponibles 50.000 metros cuadrados para la instalación de nuevas compañías.
La desarrolladora Guanazul, de capital nacional, es también la dueña de Sielsa S.A.
Broderick Rees, gerente de la Zona Franca del Atlántico, comentó que han conversado con varios inversionistas, pero no han logrado concretar ningún negocio.
Rees afirma que, por ahora, no han tenido pérdidas pues el terreno se compró para las instalaciones de Sielsa, pero luego surgió la idea de convertir una parte en zona franca.
En cuanto a infraestructura, solo se ha desarrollado la de Sielsa, por lo que tampoco ahí hay pérdida.
Gabriela Llobet, directora de Cinde, confirmó que en los últimos tres años han recibido una inversionistas que han explorado la opción de instalarse aquí, pero tomando en cuenta la cercanía con potenciales proveedores para su operación, las empresas interesadas han preferido otras locaciones en la provincia.
La jerarca de Cinde manifestó que, en este momento, hay dos empresas de la industria agroindustrial y alimentaria que se encuentran en etapas muy avanzadas para establecer sus operaciones en la provincia de Limón, pero fuera de la zona en cuestión.
Limón, como provincia, tiene una serie de ventajas ya existentes para las empresas, pero existen pendientes en infraestructura, seguridad y disponibilidad de recurso humano con capacitaciones específicas, agregó Llobet.
Zonas que prosperan
Algunos de los lugares que sí han logrado captar inversión son Pérez Zeledón, Tilarán y Turrialba.
La empresa de la industria médica Health Dynamics instaló su segunda planta del país en Pérez Zeledón en el 2010 pero hasta este año hacen pública su presencia.
Actualmente cuenta con 27 empleados, cuyos perfiles exigen un alto nivel de inglés para puestos operativos y estudiantes o profesionales graduados en desarrollo de software .
Cristian Rojas, gerente de Compras y Proyectos, indicó que el bajo alquiler fue uno de los motivos para instalarse en este lugar. Además, encontraron una población con un excelente nivel de inglés y con pocas opciones de trabajo, por lo que se presenta poca rotación de personal.
Rojas consideró que la experiencia ha sido muy positiva, pero opina que hay pocos incentivos respecto de la GAM.
Otra zona que logró captar inversión es Tilarán.
Windpipe es una empresa de investigación y desarrollo de energías limpias que anunció su instalación en el 2012.
Tilarán es uno de los cantones que más se ha involucrado en el proceso de atracción de empresas de alta tecnología, no solo multinacionales sino nacionales.
El involucramiento de la municipalidad así como el trabajo realizado por el Colegio Técnico Profesional de la zona se convierten en dos grandes ventajas, consideró Llobet.
La reforma a la Ley de Zonas Francas que se aprobó en el 2010 amplió las exoneraciones e incentivos para las empresas que se instalen fuera de la GAM.
Paralelo a esta reforma, Cinde inició también con el impulso de una estrategia de desarrollo de “ciudades secundarias y terciarias” para las operaciones de las compañías multinacionales, especialmente las de servicios.
Estas otras localizaciones se pueden constituir en sedes satélites que apoyan a la operación principal de la empresa, como lo hace, por ejemplo, Firestone Industrial Products en San Carlos.
Estas ciudades tienen aspectos que las hacen potenciales sedes de operación para las empresas, como la existencia o presencia de centros universitarios, así como la disponibilidad de recurso humano local.
Tal es el caso de Pérez Zeledón, Puntarenas centro, Tilarán y San Carlos.