Hacer que la gente se sienta como en casa en un espacio comercial permitiría a los vendedores ganar su lealtad, asegura un estudio publicado en la revista Journal of Consumer Research.
Lograrlo requiere que el lugar se vuelva familiar, con cómodos sillones o juegos para ser utilizados de forma gratuita mientras se toma café, por ejemplo.
Pero eso es solo una parte de la historia, dice Zeynep Arsel, investigador y profesor de marketing en la Universidad Concordia, en Canadá.
“Además de una decoración auténtica, se requieren empleados que estén realmente interesados en lo que hacen, una alta calidad del producto y una sensación de seguridad en el lugar”, dice en el sitio de la universidad.
En su opinión, todos estos aspectos deben trabajarse como una herramienta de marketing.
También ayuda que los consumidores no sientan que están siendo molestados por el personal con estrategias agresivas de promoción de ventas, sino más bien, añade, deben percibir una atención personalizada y única.
“La gente no debe sentir que está en un espacio comercial en absoluto”, sostiene el especialista.