Patentes, cosechas, inventarios y hasta cuentas por cobrar están en la lista de los activos que podrán utilizar las pequeñas y medianas empresas (pymes) como el aval para préstamos de entidades financieras.
La Ley de Garantías Mobiliarias, aprobada en mayo pasado, permitirá en un futuro a estas empresas utilizar garantías diferentes de las comunmente aceptadas: fiduciarias o hipotecarias.
Así lo explica Diana Tolero, asesora del superintendente de Sociedades en Colombia, quien participa esta semana en un simposio sobre el tema, organizado por el Colegio de Abogados.
"Es una oportunidad de inclusión financiera", explicó.
Desde el punto de vista del supervisor financiero, la nueva ley también permite adoptar nuevos instrumentos para verificar el cumplimiento de las entidades financieras, sin aportar más provisiones.
"Al haber mejorado el entorno legal y la ejecución, el supervisor tendrá que reconocer que ese riesgo se ha moderado ya que hay más certidumbre jurídica respecto al funcionamieno de la garantía y a su cobro. En ese nuevo entorno legal ya no tantas provisioenes, porque la recuperación es mucho mayor", agregó Tolero.
En Colombia, tras la vigencia del registro de garantías inmobiliarias el país logró la inscripción de 550.000 garantías, en seis meses, por un valor cercano a $45.000 millones.
"Una gran porporción son créditos nuevos. Porque hay acceso al crédito menos costoso: mejores tasas, mejores plazos. Es financiación para crecer", agregó.