Según el manifiesto que han publicado los sindicatos del sector público, apoyados por el Frente Amplio y el ala izquierda del Partido Acción Ciudadana (PAC), nuestra sociedad y nuestra economía están en peligro.
Lo que proponen es guiado por una ideología que cuando se ha aplicado en otras naciones, ha causado ruina económica y colapso institucional.
Ellos insisten en que protegerán a toda costa las transferencias que de manera involuntaria todos los costarricenses hacemos para su beneficio particular, al tiempo que esperan que las entidades públicas concentren el peso de las inversiones en infraestructura y fortalezcan el gasto y la inversión social.
Miles de trabajadores públicos reciben transferencias injustificables por medio de salarios desproporcionados, beneficios excesivos, convenciones colectivas y pensiones de lujo que no se relacionan con su productividad ni con el valor que crean para el bienestar común.
Dice el manifiesto, además, que se “izquierdizará” el país; lo que limitará aún más los espacios de inversión y llevará a la empresa nacional e internacional a seguir perdiendo confianza y oportunidades.
Habrá menor crecimiento y menos fuentes de trabajo, con lo cual el balance fiscal sufrirá todavía más, llevándonos a una peligrosa espiral declinante.
El refrán “no se puede hacer chocolate sin cacao” no parece ser conocido por la izquierda nacional.
Habría que preguntarles cómo pretenden sostener un Estado gigante y voraz sin abrir los espacios necesarios a la inversión y rentabilidad de la empresa privada, y quiénes creen ellos que pagan las enormes cuentas fiscales que crean con su voracidad.
La más elemental aritmética fiscal muestra el sinsentido que están proponiendo.
Su ideología será su perdición y, si la dejamos crecer, la nuestra también.
Hay que detener este disparate educando e informando al público sobre su verdadera intención.