¿Qué es la especialización tecnológica? ¿Cuál es su rol en el contexto económico global? El comercio internacional está dominado por un ambiente altamente competitivo donde solo aquellos productos con gran valor agregado son los que van a persistir.
El concepto de especialización tecnológica (ET) parte de entender el grado de tecnología aplicado en una función específica, para producir bienes y servicios de gran calidad, o bien, es la aplicación de tecnología en un área o sector que puede funcionar dentro de otro.
No se puede medir el grado de ET como tal, pues parte de la interacción de elementos comerciales como la investigación, la innovación, la tecnología y la diversificación de la producción. Por ende, si se analizan los elementos que la componen, se puede determinar que son relativos, variables y en constante evolución.
Utilizar el insumo tecnológico no garantiza contar con el suficiente valor agregado, pues la evidencia puede mostrar un efecto positivo, pero no significativo, un efecto negativo o ningún efecto.
Una forma de definir la buena ET es obtener una serie de ventajas tecnológicas que, al ser traducidas en ventajas comerciales, generan características favorables para los productos (valor agregado) y que, al ser comparados con la competencia, pueden potenciar su movilidad en el mercado.
La flexibilidad de incorporar tecnología en los procesos productivos es tal que dicho elemento puede presentarse de diversas formas y su uso está determinado por la capacidad de crear y por la innovación.
El proceso innovador permite mejoras en todos los niveles de la línea de producción. Por lo tanto, el componente tecnológico se puede utilizar para perfeccionar la materia prima o, bien, puede ser el valor tecnológico final que desmarque el producto respecto a la competencia.
Otras formas de adherir tecnología con funciones específicas son la presentación, el embalaje e incluso el marketing para incursionar en el mercado.
Un país como Costa Rica, que se enfoca en la calidad de sus productos, debe utilizar esta herramienta para potenciar el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas, apostando por la excelencia del productor local, quienes deben abrirse paso en nuevos nichos de mercado.
La políticas comerciales dirigidas a incursionar en mercados estratégicos es otra forma de ET; en el caso costarricense, se ha apostado por acercarse a nichos como Europa y Asia. Sin embargo, se ha dejado de lado la incursión en mercados más cercanos como Brasil y otros países de Sudamérica y, en este sentido, el país no debe olvidar que en la región aún existen serias oportunidades para hacer negocios.