Un balance de lo logrado con la Ley Reguladora del Mercado de Seguros (LRMS) a cinco años de su promulgación parte de los objetivos que la misma LRMS se impuso.
Proteger los derechos de los asegurados . A partir de la apertura se han precisado muchos derechos para los asegurados: plazos para recibir respuestas e indemnizaciones, derechos de información, libre elección, in dubio pro asegurado, creación de la Sugese, etcétera.
Sin embargo, no debemos exagerar. El excesivo celo por parte de las autoridades puede restar dinamismo al mercado y a veces el remedio resulta peor que la enfermedad. Un ejemplo es la ocurrencia de la Sala IV de prohibir usar la edad avanzada como factor para excluir un aseguramiento, pues esto podría encarecer los seguros.
Reglas para autorizar, regular y supervisar el mercado. A falta de un supervisor, en lo operativo, durante décadas, el INS hizo lo que quiso. Hoy ese patrimonio de los costarricenses cuenta con supervisión técnica independiente a cargo de la Sugese, así como la tienen las aseguradoras nuevas.
Eso sí, evitemos ahogar al incipiente mercado con excesiva regulación: normas de solvencia, requerimientos de información, gobierno corporativo, “Conozca su Cliente”, protección de datos, instancias de defensa del consumidor, etc.
Mercado y competencia efectiva . Están dadas las condiciones formales para competir: se pueden establecer nuevas compañías y pueden operar. Sin embargo, una carencia básica de la apertura ha sido el poco acompañamiento por parte de la Comisión para Promover la Competencia (Coprocom). Aunque pasar de un monopolio legal a un mercado en competencia exigía ese acompañamiento, la intervención de Coprocom ha sido errática o lenta. Resolvió que las cláusulas de exclusividad impuestas por el INS a los agentes de seguros antes de la apertura no reñían con las legislación antimonopolios porque la ley permite agentes exclusivos, olvidando que lo prohibido es que el INS imponga dicha exclusividad abusando de su poder en el mercado.
No se conoce sanción al INS por supuestas prácticas monopolísticas derivadas de su política de descuentos de fidelización carentes de base técnica (“mejoramos cualquier oferta de la competencia”). Si bien la Sugese denunció esto con prontitud y Coprocom inició un procedimiento sancionatorio, las denuncias originales se presentaron hace ya varios años. En este momento, cualquier sanción sería procedente pero tardía.
INS y competencia
Modernizar y fortalecer al INS . Siempre estuvo claro que, al igual que ocurrió con los bancos estatales, el INS se vería fortalecido por la competencia. Hoy hay un INS positivamente distinto del que teníamos hace cinco años, mérito de la administración superior y los funcionarios, quienes han sabido asumir el reto.
Ahora bien, la agresividad mostrada por el INS al hacer frente a la competencia puso en evidencia su carácter de monopolista. Nadie pretendía que el INS regalara su mercado, pero sí podíamos esperar que al menos respetara la legislación antimonopolios.
Financiar a los bomberos . En un mercado abierto cada vez más grande, los bomberos tendrían cada vez más dinero, al tener el 4% de unas primas crecientes. Como debe ser, hoy los bomberos tienen asegurado su financiamiento.
No obstante, el 4% de las primas aún distorsiona los precios de los seguros y parece injusto que sólo quienes se aseguran (incluso en líneas de seguros no relacionadas con incendio, como autos y vida) carguen con el costo de atender los incendios y las emergencias de todos.
Crear la Sugese . Gracias en parte a las experiencias previas de Sugef, Sugeval y Supen, el proceso ha sido exitoso. La Sugese exhibe un profesionalismo, seriedad y disposición que merecen ser reconocidos. Aún cuando no compartamos todos sus criterios, es innegable que allí opera una mística distinta a la del común de los funcionarios. La tarea de abrir un mercado de seguros es titánica, por lo cual todos debemos aplaudir sus esfuerzos.
Sin demérito de lo anterior, hay áreas en el actuar de Sugese que exigen mayor asertividad: facilitar la competencia con igual vigor que se protege al consumidor y sancionar la comercialización de seguros ilegales serían dos.
Reconocemos que el proceso de apertura ha sido mayormente exitoso.
Hoy en el mercado operan 12 compañías aseguradoras, entre ellas, un INS fortalecido y compañías privadas regionales y multinacionales de gran nivel. Existen hoy más intermediarios de seguros. Pagamos menos por la mayoría de los seguros y tenemos la opción de elegir al proveedor. El mercado ha crecido sostenidamente desde el 2008 a tasas mayores que el crecimiento de la economía.
La tarea apenas comienza y hay algunas áreas de oportunidad para seguir avanzando los objetivos de la apertura. Profundizar la competencia y facilitar que las aseguradoras puedan llevar más productos a más asegurados es el fin último de este proceso.