Durante la última década, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) ha instaurado diferentes formas para aplicar las herramientas que posee vía su ley orgánica para la administración de la política monetaria de Costa Rica.
Hoy día, la entidad se ha preocupado por democratizar esas formas, de tal manera que cualquier persona o empresa, con los requisitos normales de cualquier entidad financiera y su certificado digital (firma digital) puede invertir en instrumentos de inversión vía Central Directo, ya sea en plazos de 1 a 1.800 días.
Sin embargo, desde la implementación de la apertura al público del sistema de Monex (ventana a uno de los mercados mayoristas del mercado cambiario), ha creado una zancadilla, una piedra para su administración de la política monetaria y política cambiaria, debido a que su misma idea de democratización ha hecho que la suscripción en Monex pueda ser, ya sea de una persona física o jurídica, previa aprobación de la junta directiva del BCCR para participación con un monto de $1.000 por operación.
Con un monto de $1.000, el participante puede variar la dirección de la tendencia del precio de la sesión del Monex, por lo que a pesar de que el mercado tenga con una dirección al alza, ya sea porque la demanda de dólares aumenta, una simple o varias operaciones de $1.000 (¢500.000) pueden hacer que toda la sesión y los participantes del mercado cambiario varíen sus decisiones; al fin y al cabo ese precio se publica también en la página de Internet del BCCR.
Además, este pequeño mercado de Monex mueve cerca del 7% del total diario de divisas del día, pero su precio sí puede hacer que un empresario o agente de fuerte brazo financiero tome como referencia ese valor, bueno o malo del día, para la decisión y planeamiento de negocios, ya que es el único precio real del mercado local que el BCCR publica al público en general.
Por esa razón, la democratización de este instrumento –participación en Monex– no es tan buena para Costa Rica bajo estas circunstancias, ya que varias operaciones que se ejecuten con mala intención, por uno de los participantes durante la sesión, puede hacer que el precio no levite a niveles más acordes con la oferta y demanda del día o, por lo menos, evite que el BCCR no tenga que intervenir inyectando más colones a la calle cada vez que toca alguna de las bandas (cuando el precio llega a ¢500).
Medidas por aplicar
Es necesario que la junta directiva del BCCR suba el monto mínimo en Monex para que esta situación acabe y que, por lo menos, sea un promedio real de acuerdo con lo que se transa a diario por operaciones.
Asimismo, ya ha modificado el cálculo de Tasa Básica Pasiva (TBP), ya es un buen momento para que también modifique el cálculo del tipo de cambio de referencia para que solo tome en cuenta los precios de ventanilla y no los reales, es decir, los precios promedios reales que negocian las entidades financieras y que se informan al BCCR. Este valor es importante tanto para exportadores, importadores, agentes financieros, contadores y abogados.
Si la entidad monetaria da el paso al siguiente en el régimen cambiario, deberá primero variar algunas de las reglas al mercado, al fin y al cabo esta “economía abierta, pequeña y frágil” debe conducirse hacia una realidad más cercana de mercados desarrollados y promover un apoyo para mejorar los resultados en los fundamentales de la economía, de acuerdo con las políticas del Gobierno de la República.