Del reporte de rendición de cuentas del presidente Solís me llamó la atención un tema que, si no se señala, se puede perder entre líneas.
Tres de los temas en que el país ha avanzado con firmeza son el turismo, el combate a la pobreza extrema y la atracción de inversiones y dinámica de las exportaciones.
Tres campos diferentes entre sí, pues uno es un sector productivo de alta importancia porque genera riqueza, empleo y cadenas de valor en todo el país; el segundo —aparte de una obligación moral— es un tema que se ha mantenido estancado por más de dos décadas, y el tercero es motor de crecimiento, innovación y diversificación —y por tanto de robustez— de nuestra economía.
Estos tres temas operan como vigorosas y estables alianzas público-privadas, son campos donde el sector productivo, la sociedad civil —representada por Canatur, Horizonte Positivo y Cinde— complementan, fortalecen y multiplican la capacidad del Estado para alcanzar metas valiosas para el país.
La alianza ICT-Canatur existe desde 1996, precisamente cuando Mauricio Ventura era presidente de dicha cámara; la alianza con horizonte positivo se estableció dentro de este Gobierno y ya empieza a alcanzar metas importantes, y la alianza Comex-Procomer-Cinde data de 1983, tres décadas que han servido para transformar la estructura productiva y comercial de Costa Rica.
Las ramas privadas de estas alianzas aportan capacidades como creatividad, experiencia, conocimientos, y la productividad con que opera el sector privado a funciones que en otro tiempo hubieran estado limitadas por la rotación natural de los líderes y restricciones legales y normativas que enfrenta la función pública.
Es importante señalar esto, pues conforme crezca la confianza y la capacidad de colaborar entre sectores de nuestra sociedad —de formar alianzas público-privadas— mayor será la capacidad de superar retos y alcanzar metas valiosas para nuestro país.