Amparado en la impunidad que le ofrece la lejanía, por tener su domicilio en Washington D.C., Estados Unidos, o sea en otra jurisdicción, el señor Juan Carlos Hidalgo que se dice Analista de Polfticas Públicas sobre América Latina, escribe el miércoles de la semana anterior en su blog "Por la Libre" en El Financiero y bajo el título de "El Dr. Hernández: Una broma de mal gusto'', una columna insultante para los 145 mil costarricenses que concurrieron el domingo pasado, en un ejercicio democrático incuestionable a elegir como Candidato Presidencial del PUSC en forma mayoritaria al Dr. Rodolfo Hernández Gómez.
El Dr. Hernández no es solamente el Director del buque insignia de la salud pública costarricense, el Hospital Nacional de Niños —que dicho sea de paso goza del prestigio de ser el primero en su orden en América Latina, gracias a gestiones como la suya— sino que además es un distinguido profesional con una carrera intachable y con un bagaje personal al que no puede reprochársele mancha alguna.
Además de las características personales señaladas, es un Pediatra con especialidad en Nefrología, con una formación académica y científica sólida que exhibe seis especialidades médicas y un título del Incae, además de sus 38 años de servicio en el desempeño de un apostolado médico que los costarricenses sin distingos de color político, le reconocemos por su trabajo tesonero y honesto.
Nuestro recién electo Candidato goza de calidades y condiciones que le permiten aspirar a la Primera Magistratura, por más del 82,5% de la votación vertida, sin que nadie lo haya podido detener por rumores, maledicencia pública o difamaciones y calumnias como de las que es objeto a manos del columnista Hidalgo, que en sus apreciaciones revela, primero, un enorme e inexplicable resentimiento personal, injustificado e innecesario, y luego probables preferencias electorales y políticas, que no se anima a manifestar, posiblemente por inconfesables.
En esta oportunidad le tocó en la ruleta de sus castigos personales, al Candidato a la Presidencia de nuestro Partido Unidad Social Cristiana —PUSC—, siendo que desde sus columnas hemos visto como hace trizas, del honor y del prestigio ajenos.
Como el señor Hidalgo vive el país por Internet, a la distancia y en un probable sueño de grandeza, en el extranjero, no pudo presenciar lo que el domingo recién pasado vivieron decenas de miles de costarricenses, que han visto en un excelso torneo democrático, la apertura, nuevamente, de ilusiones y esperanzas, que todos abrigamos para que prontamente podamos tener un país mejor, cosa que poco ha de interesar al autor de la insultante columna, por su adopción extranjerizada y por la corta visión que desde allá le permite escribir sobre cosas que él ve como decide verlas y no como son, tergiversándolas en su blog para satisfacer, no sabemos qué intereses.
Para su cometido, el "experto analista y gacetillero internacional" pasa por encima del honor de los costarricenses, del Partido Unidad Social Cristiana, de sus votantes y militantes, y del bien ganado prestigio y buen nombre de que goza su recién electo Candidato, el Dr. Hernández Gómez. Para ello Hidalgo, como Goebbels "miente, miente que algo queda", propalando especies propias de una difamación insana e inaceptable y calumnias que no vamos a permitirle ni ahora, ni después.
Lo único que se lamenta de la columna escrita, es la ausencia física en el territorio nacional, del mencionado gacetillero, por cuanto de tenerlo a la mano y en el vecindario, este Partido y nuestro Candidato electo le sentaríamos, fácilmente, las responsabilidades legales aunque al notificarle judicialmente de las mismas, pueda sentir que es "una broma de mal gusto".