El Financiero critica una “atrofia legislativa”, para dibujar el complejo panorama que le espera al Ejecutivo en el trámite de iniciativas tan importantes como la reforma tributaria, al amparo de la fragmentación partidaria y de los ya conocidos problemas que presenta el Reglamento Legislativo. También critica la aprobación de leyes más localistas.
Negar un ambiente legislativo complejo por su composición y la necesidad de una reforma profunda al Reglamento Legislativo, es ilógico, pero no implica que los esfuerzos emprendidos no rindan fruto.
Se olvida que el multipartidismo es un fenómeno propio del sistema democrático, el cual obliga al oficialismo de turno, este no es la excepción, a intensificar procesos de diálogo para lograr acuerdos que permitan avanzar proyectos.
El diálogo ha sido nuestra bandera diaria para avanzar y con la cual hemos alcanzado consensos para lograr iniciativas tan importantes como Banca de Desarrollo, trabada en el Congreso desde hace muchos años. Otras relevantes como la Ley de reforma al Salario de los Diputados, a la Defensoría de los Habitantes o incluso a la Ley de Expropiaciones, entre otras que distan mucho de la valoración de iniciativas localistas, sin menoscabo de aquellas que inciden en la vida diaria de comunidades vulnerables y que tienen un impacto positivo en el desarrollo de estas poblaciones.
Ningún gobierno ha tenido caminos fáciles para tramitar temas tan complejos e impopulares, como las reformas fiscales, y los tiempos deben ser medidos muy bien para poder avanzar. El reto es enorme y esta administración así lo ha tomado. ¿Atrofia legislativa?, yo prefiero remarcar el intenso trabajo desplegado para avanzar la agenda legislativa.
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