El Financiero premió la labor de 16 visionarios de diversas áreas, algunos de ellos “desconocidos” para la población, pues no necesitan exposición cuando se concentran en desarrollar sus ideas y hacerlas prosperar.
Me uno al reconocimiento otorgado a los señores Luis Javier Castro y Harry Strachan, que con sus logros de la última década hicieron de una compañía costarricense —Mesoamérica Investments— una de las pocas empresas nacionales multilatinas.
Pero también aprovecho para reconocer la labor de EF en hacer visibles los grandes aportes de muchos hombres y mujeres que todos los días arriesgan, invierten y hacen realidad sus sueños. Y con esto, cobijan a muchas personas con su inspiración.
Estos reconocimientos son importantes porque sirven de ejemplo para miles de jóvenes que tienen el sueño de tocar el éxito fruto del trabajo arduo; y también como un llamado de atención para que nuestras autoridades se enfoquen en mejorar el clima de negocios del país y faciliten los emprendimientos.
Con verdaderos cambios en trámites, modernización de infraestructura y seguridad jurídica, la lista de empresarios nacionales puede ampliarse con mayor velocidad, fomentando inversiones y empleos de calidad, y complicando así, la escogencia por parte de EF.
Muchos más empresarios responsables es lo que requiere el país, la educación debe incluir dentro de sus currículos el emprendimiento como materia obligatoria.
Debemos enseñar a nuestros jóvenes a que sí se vale soñar y crear empresa. Felicidades a todos aquellos hombres y mujeres que hacen empresa y crean bienestar para miles de familias costarricenses.