El más reciente editorial sobre el hábito de la mediocridad aborda el pobre resultado de la evolución de la economía en el 2012 y augura que para el 2013 se espera un comportamiento similar. Mientras algunos sectores como las zonas francas gozaron de dinamismo, otros tuvieron un resultado estable o apenas aceptable; además, nos pone frente a la realidad de que seguimos atrás en el desarrollo de infraestructura y seguridad ciudadana.
Lamentablemente no pareciera que como país hagamos cosas muy diferentes para obtener mejores resultados; seguimos atrincherados en excusas para estar condenados a poder alcanzar el anhelado y posible salto cuántico hacia el desarrollo, que nunca llega y que acariciamos desde décadas atrás. No podemos seguir con excusas; debemos tomar las decisiones estructurales necesarias para salir de este impasse que pareciera la constante. Tiempos atrás decíamos que uno de los problemas es que como país las cosas no nos han costado, que se hacen a la “tica” y que necesitamos de la crisis para salir adelante.
Los estudios y diagnósticos para buscar el desarrollo abundan en todos los colores, tamaños y temas. Los análisis de casos de éxito como el milagro de Corea que, en solo una generación alcanzó el desarrollo, y hoy es una nación de éxito en innovación, calidad y educación, son abundantes.
Costa Rica tiene todo para triunfar, el clima, la ubicación, los recursos y, sobre todo, su gente que siempre destaca donde esté. Debemos tener una fuerte visión de desarrollo país, que la compartamos todos los sectores y que, dejando de lado intereses mezquinos sectoriales, trabajemos juntos por alcanzar el anhelado desarrollo y acabar de una vez por todas con la mediocridad.