Los resultados del 2015 demuestran la responsabilidad con que enfrentamos el Fortalecimiento de la Hacienda Pública. Si bien la economía tendrá un crecimiento moderado, el 2016 se prevé un crecimiento de alrededor de 4%. Esto en una situación crítica internacional donde lo esperado para el próximo año, en la mayoría de países europeos y latinoamericanos, es similar al 2015. En lo fiscal hay avances significativos aunque insuficientes. El próximo año el servicio de la deuda representará poco más de una tercera parte del presupuesto nacional.
Las cifras acumuladas a noviembre indican que el déficit primario se redujo en 0,2%. El déficit financiero acumulado se mantuvo respecto del 2014, producto de una mejor recaudación de impuestos (aumento a una tasa del 9,1%) y una menor del crecimiento de gastos (8,4%). El crecimiento del gasto total sin intereses fue de 7,3%. Hubo crecimiento de ingresos y controles de gastos que mejoran los indicadores, pese a la férrea oposición de ciertos grupos.
La situación es estable en términos de inflación, balanza de pagos y tipo de cambio. En pobreza avanzan políticas que ya empiezan a dar resultados. Pero los recursos siguen siendo insuficientes ante un déficit fiscal histórico.
Los recursos no son suficientes. Lo reconocen la Contraloría General y organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo y Banco Mundial.
Requerimos con urgencia un acuerdo nacional que logre lo planteado: un sistema más progresivo, que modernice leyes, introduzca mecanismos de control, cierre portillos a la evasión y elusión, recupere capacidad financiera del Gobierno Central y garantice sostenibilidad en el largo plazo.