La explicación en el editorial de EF sobre la importancia del ahorro externo en la economía costarricense resultó muy didáctica, principalmente en lo que respecta a la canalización de recursos que realizan los bancos con fondos del exterior y hacia el mercado local.
El editorial hace un llamado de atención sobre la prudencia que debe imperar en la administración de estos fondos para enfrentar los riesgos de liquidez y de tipo cambiario.
La Asociación Bancaria Costarricense (ABC) apoya la normativa prudencial, dictada por el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (CONASSIF), para lograr una buena y responsable administración de los riesgos bancarios derivados del fondeo externo y local.
Los bancos han buscado ampliar los plazos para enfrentar precisamente el tema de liquidez.
Existe un firme compromiso de la ABC de apoyar la reactivación de la economía costarricense y el fortalecimiento de la formalidad de la intermediación financiera; por esa razón se opone a las medidas que encarecen el fondeo externo, tales como los encajes establecidos por el Banco Central de Costa Rica a dichos fondos.
Estos desaceleran la economía y propician que la intermediación termine en manos de entidades no reguladas.
Debe tenerse claro que, sin estos fondos, los bancos no podrían otorgar créditos de largo plazo en el sector de la vivienda ni tampoco financiar proyectos de largo plazo.
En conclusión, en esta materia son bienvenidas las normas de regulación prudencial, pero las medidas de represión financiera no son ni serán avaladas por la Asociación por el impacto que tienen sobre el crecimiento de la producción y el empleo.