Hace cuatro meses Frutylac, una microempresa qe produce pulpas de frutas y lácteos, tomó una decisión que cambió su visión: se unió a un consorcio de exportación. Así, con otras 5 empresas, emprendió un proyecto para promocionarse en conjunto, con el objetivo de internacionalizarse.
El consorcio es un programa que surge del modelo de competitividad de la Región Brunca, basado en la metodología de Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), que ha sido probado con éxito en países como Italia, México y Perú.
Inició en el 2012 y, como lo explica Romero, es un proceso lento pues la base de cualquier consorcio es la confianza. “Porque hay que unir empresas que no se conocen y empezar a compartir ideas y ayudarse”, dijo. Aunque para ellos, que están en Buenos Aires de Puntarenas, ha sido más fácil, ya que en el área rural la gente se conoce más.
Existen ya tres consorcios en la Zona Sur; uno de turismo, uno de producto fresco y el agroindustrial, del cual forma parte Frutylac.
“Lo hicimos multisectorial precisamente porque si lo hacíamos solo del sector agro iba a ser muy cerrado. La idea es incorporar más empresas para poder llevar una mejor vitrina de productos al mercado”, dijo Romero.
Cabe destacar que cada consorcio funciona bajo un reglamento que definen sus propios miembros. Por ejemplo, pueden limitar la entrada de productos que compitan entre sí.
En la primera etapa el consejo institucional que acompaña al consorcio se reúne con ellos mensualmente para compartir y retroalimentar. Además, reciben capacitaciones de expertos de la ONUDI, quienes visitaron cada una de las empresas y dieron sus recomendaciones para mejorar la competitividad.
Romero cuenta que, en su caso, el experto les dijo “sus quesos son buenos pero tienen etiqueta de fábrica, lo que hace que la gente lo vea muy comercial”. Tomaron cartas en el asunto y diseñaron una nueva etiqueta donde aparece la casa verdadera de la familia Beita, la cual aloja un siglo de tradición, y crearon la marca “quesos artesanales Casa de Antaño”.
La etiqueta la estrenaron en la Feria del Gustico, en febrero, donde Frutylac tuvo su primera experiencia como consorcio. Para la mercadóloga de la microempresa, fue un riesgo, ya que no estaban ubicados en su sector, el de lácteos, sin embargo, considera que el tema del consorcio atrajo a la gente y movilizó la venta.
Cruzar la frontera de la región y el país
“Para nosotros la Feria del Gustico fue una experiencia enriquecedora. Nos hizo ver que nuestro productos sí tienen demanda en la región metropolitana”, destacó la representante.
La microempresa, conformada por 8 personas, no ha logrado salir de la Región Brunca, donde distribuyen sus productos en un puesto en la Feria del Productor Generaleño, todos los jueves.
Su principal cliente es el Consejo Nacional de Producción (CNP). A través de su Programa de Abastecimiento Institucional (PAI), le venden al estado, más que todo pulpas de frutas.
“No hemos salido porque la empresa se ha dedicado a la producción. Nos ha faltado conocimiento y desarrollar más la parte logística”, señaló la mercadóloga.
El potencial del consorcio va mucho más allá, en especial para Grettel Romero, quien asegura estar “casada” con el proyecto y con la meta de exportar sus pulpas de frutas, lo que esperan lograr en dos años.
Las metas de Frutylac en estos dos años incluyen asistir a tres ferias nacionales y dos ferias internacionales, por año. “Estamos por confirmar Expocomer en Panamá en abril. Y si no lo logramos, en el objetivo del consorcio está ir al menos de observadores”.
Ya recibieron asistencia técnica de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), en el marco de una capacitación organizada por la Cámara de Exportadores (Cadexco) con el Programa Al-Invest.
Allí se dieron cuenta de que su fortaleza es cumplir con todos los estándares de inocuidad que exige el mercado, pues están certificados con el CNP. Si bien no es una certificación global, es como les decían en Procomer, “si usted le vende al Estado, puede pensar vender a otros países”.
Sin embargo, Frutylac aprendió que el camino a exportar no es tan sencillo. “Cuando uno ve al realidad de que no estamos listos para exportar primeramente porque no tenemos conocimiento amplio, yo veo más el mercado Centroamericano a corto plazo y creo que sería como un ensayo para poder pensar en mercados europeos y otros”, dijo la Gerente de mercadeo. “Vamos paso a paso”, agregó.
El modelo prepara a los consorcios para que caminen solos
En junio, culmina el acompañamiento institucional que han recibido de la ONUDI, el Ministerio de Economía, Industrias y Comercio (Meic) y otras instituciones. Luego el consorcio, de acuerdo a la metodología de la ONUDI, debe seguir solo.
“La idea es que nosotros contemos con el apoyo institucional para dar los primeros pasos de formalización del consorcio y nosotros poder empezar a caminar solos. Va a requerir en el futuro de un gerente y habrá que pagarle. Por eso la idea es que el consorcio se fortalezca, incorporando más empresarios del sector. Entendemos que hay que disponer de recursos para que esto funcione”, dijo Romero.
Pero aunque implique un mayor costo, cuando entren en una segunda etapa, Romero está convencida de que uniendo fuerzas sí pueden lograr muchas cosas que no podrían como microempresarios.
Una de las tareas en las que trabajan actualmente es en buscar financiamiento como consorcio, para buscar una estandarización de las empresas en términos de competitividad, para que cuando den el paso de exportar no haya ninguna que esté lejos.
El modelo se replicará en otras regiones
El modelo de competitividad en la Región Brunca fue una experiencia piloto que ya comenzó a desarrollarse en otras regiones. El proyecto de consorcios todavía no ha salido del Sur, pero hay una agenda de cooperación con la ONUDI que involucra replicarlo, de acuerdo a Luis Álvarez, viceministro de Economía.
Para Álvarez, los factores de éxito en los consorcios han sido el acompañamiento técnico de ONUDI, que tiene una metodología probada, y en el gran compromiso del sector empresarial de la región.
“Quienes se han integrado a los consorcios lo han hecho con motivación y entusiasmo. No solo están viendo el acompañamiento, sino resultados al poder participar en ferias de manera grupal, vendiendo su marca y el posicionamiento de la región”, comentó.