¿Qué le parecería que en lugar de ir a un bar a disfrutar y celebrar con su familia y amigos alguna fecha especial, el bar más bien llegue hasta usted cargado de cócteles y bebidas?
Esta novedosa idea de negocios se le ocurrió hace aproximadamente seis meses a Christian Salas Garita, un tico-hondureño de 24 años.
Salas es un joven empresario que abandonó Honduras hace aproximadamente dos años y medio para estudiar Relaciones Públicas y para quedarse a vivir en Costa Rica, debido a los niveles de violencia que se han incrementado en su país natal.
“La situación en Honduras se puso muy peligrosa, ya uno no puede vivir tranquilo, mucho menos poner un negocio. Me vine para acá a ver en qué podía sacar ideas”, expresó.
Su mamá es costarricense y su papá también es tico-hondureño, por lo que Christian conoce muy bien Costa Rica pues desde pequeño ha tenido contacto con el país.
En contraposición con lo que pudo percibir en Honduras, se dio cuenta de que en Costa Rica la gente tiende a realizar muchas más fiestas y celebraciones en sus casas, lo cual representa una oportunidad para alcanzar a ese público a través de su iniciativa de negocio.
“Un día se me ocurrió brindar un servicio en el cual la gente no tenga que ir a un bar, sino tener un bar en la casa, especialmente para la gente que se reúne en las casas. Surgió como una idea hasta que mis papás y mi mejor amigo me ayudaron a darle forma”, explicó.
Así surgió La Barrita. Tanto Salas como su mejor amigo invirtieron un 50% -cada uno- en la empresa; finalmente Salas le compró a su amigo el porcentaje aportado y hoy figura como el dueño de la pyme.
A raíz de que la gente lo empezó a contactar, la empresa no solo ofrece servicios en viviendas, sino en distintas actividades sociales.
Novedoso
El negocio –que hace alusión a su nombre- consiste en una barra que se instala en distintos eventos: celebraciones en casas, bodas, baby showers, despedidas de solteros, partidos de fútbol y fiestas.
Ahora la empresa cuenta con una barra y con dos sombrillas: una un poco más seria y clásica, que se usa en las bodas, y otra que tiene una palmera, cuyo estilo es más playero para actividades más relajadas.
Salas subcontrata a dos bartenders, quienes se encargan de servir y elaborar las bebidas alcohólicas.
“El mesero va vestido de acuerdo con el estilo de la fiesta”, dijo.
Algunos de los productos “estrella” de La Barrita son gomitas de oso (Vodka Gummy Bear Shot) y shots de gelatina elaborados con vodka (Jello Shot).
Además, la mayoría de los shots se hacen con recetas originales y tienen nombres bastante particulares –con frases que solo un tico entendería- y recurren al humor: “Shot de La Platina” y “Shot de Hannah”, el cual viene acompañado de la frase “Cuidado con este...¡Porque te noquea!”.
Salas contó que a la gente le ha llamado mucho la atención su empresa y, en sus tres meses de operar, ha realizado alrededor de nueve eventos y ha recibido muchas solicitudes de cotizaciones.
Que la gente disfrute
El joven aclaró que el objetivo del negocio es que la gente disfrute y no se busca promover "borracheras".
El empresario tiene otro negocio de desarrollo de aplicaciones móviles y de manejo de redes sociales para pymes, por lo que es consciente de la importancia de estar presente en las redes sociales. De hecho, Facebook ha sido esencial para mercadear su producto; además, Salas diseñó el sitio web de la empresa.
El joven empresario estudia en la Universidad Latina y se graduará en diciembre de la carrera de Relaciones Públicas. Uno de sus propósitos es cursar una maestría en mercadeo o en temas relacionados con emprendimiento.
En sus planes se encuentra ofrecer su servicio dentro de los mismos bares y discotecas los fines de semana para que tengan un valor agregado. Otro de sus proyectos es comprar más “barritas” para ampliar su mercado, las cuales trae desde Estados Unidos.
Salas es un emprendedor, quien asegura que siempre le ha interesado tener sus propios negocios.
¿Y qué tal le ha parecido hacer negocios en Costa Rica? ¿Ha sentido un choque cultural?
Para nada. El joven dice sentirse muy a gusto y expresó que los ticos deberían sentirse orgullosos de su país.
"El costarricense no asimila cómo están las cosas en otros países, a veces se quejan mucho", aseguró. "Más bien ustedes tienen un país bellísimo, que le abre las puertas a uno, hay trabajo, yo me siento súper feliz aquí. Es el país que me está dando la educación y abriéndome las puertas para que crezca mi negocio”.