Este viernes en la mañana se inauguró la VI Feria Nacional de Mujeres Empresarias en la que 124 emprendedoras de pequeños y medianos negocios ofrecen sus productos y servicios al público.
Algunos de los productos que se están vendiendo son alimentos, bisutería y joyería, textiles (delantales, ropa para mascotas, ropa para mujer), adornos y artesanías, lámparas, cosméticos, bolsos, entre otros.
La feria, que inició hoy y continuará hasta el domingo, está ubicada en el edificio corporativo Sigma, que se localiza al costado oeste del Mall San Pedro. Es organizada por el Instituto Nacional de las Mujeres.
También habrá varias actividades como talleres, presentaciones artísticas y musicales, pinta caritas, clases de yoga y zumba, mascaradas y poesía.
Si usted no tiene oportunidad de asistir a la feria, puede comprar algunos productos de las empresarias a través de la plataforma Nidux. El sitio es www.nidux.com/inamu (debe ingresar a la pestaña de categorías para ver los productos).
Se espera que para el otro año las empresarias puedan comercializar todos sus productos a través de este sistema digital o en su propio sitio web.
A medida que se avanza por los puestos de la feria se pueden encontrar numerosas historias inspiradoras de mujeres que empezaron a trabajar desde muy jóvenes y gracias a ello hoy mantienen a sus familias con su empresa.
También hay casos de otras mujeres quienes tuvieron que emprender por necesidad o porque las discriminaban por su edad y no encontraban trabajo.
Por ejemplo, Sandra Hall, de 63 años, trabaja elaborando pan desde hace 49 años. Ella utiliza un horno de leña, que asegura le da un sabor especial a sus productos. Desde los 14 años laboraba en una panadería donde aprendió lo que hoy es su oficio, en el que también colaboran sus hijos y nietos.
Hace alrededor de 26 años estableció su empresa Pañadería doña Sandra. Sus productos (pan bon, cocadas, patí, pan moreno, conocido como pan de negro) se venden en un puesto en la terminal de buses de Limón.
Hall dice que su propósito es ayudar a la juventud a través de su negocio. Según ella, le ha dado trabajo a varios de sus vecinos, quienes en ocasiones le ayudan a engrasar los moldes que utiliza para hacer el pan.
Otra empresaria que se puede encontrar en la feria es a Lorena Gutiérrez, de la empresa Lobegu (Alegría en el Cafetal), establecida hace un poco más de dos años. Ella es vecina de San Isidro de Heredia, donde aún quedan varios cafetales.
Hace unos años, fue a una capacitación en el Ministerio de Economía, Industria y Comercio, pues ella se dedicaba a hacer bisutería. Allí le dijeron que tenía crear un producto diferenciado, con identidad.
Por ello, como en su pueblo hay cafetales, decidió desarrollar collares que "celebran" al cafetal: tienen figuras de campesinos, de pajaritos, de cogedores de café, de plantas. Algunos de los materiales que usa son bandolas (subdivisión de una rama de café), café tostado, pasta moldeable, madera y pintura acrílica.
También hace adornos, servilleteros, bandejas, aretes, pulseras, en los que siempre se toma algún elemento del cafetal.
Con tan poco tiempo de estar en el mercado, sus productos se venden en alrededor de ocho tiendas, incluida la tienda del aeropuerto Juan Santamaría, hoteles y la tienda del Teatro Nacional.
Su esposo le apoya en el negocio y a veces -por el alto volumen de trabajo- le toca contratar a dos vecinas para que le ayuden a pintar sus productos.
Por otro lado, Lena González fundó hace un año y medio -junto a su hija Niza Herrera- la empresa Chocolates Niza. Lo hicieron para que su hija tuviera una entrada extra para poder financiar sus estudios universitarios.
Al principio, pensaron en crear los chocolates tradicionales, pero no les gustaron, por lo que decidieron utilizar ingredientes diferentes en sus rellenos, que fueran nutritivos: utilizan apio, uchuva, jengibre, moringa y arazá.
González dice que sus clientes generalmente son personas que hacen yoga o algún deporte y que buscan una alimentación más saludable.
Otros productos que comercializan son chocolates pintados (con pinturas especiales de pastelería), que están rellenos con pasas envueltas en chocolate.
Los clientes de la empresa incluyen municipalidades, hoteles y sus amigos y conocidos.