Negocios pequeños, con una buena capacidad de reacción, que invierten en diferentes ámbitos y que desafían el estado de las cosas es lo que caracteriza a los emprendimientos de alto impacto liderados por mujeres.
Así lo señala el estudio El Emprendedor Vital, elaborado por Ernst & Young (EY), que dedica una sección para caracterizar a las empresas cuyas propietarias son mujeres
El documento analiza los rasgos de los finalistas del 2013 de los premios EY Entrepreneur of the Year, en Estados Unidos, incluidas las mujeres, quienes representan un 11% de la muestra.
Se considera un emprendimiento de alto impacto a aquel que tiene un crecimiento de un 20% o más.
¿Qué tipo de negocios desarrollaron las mujeres analizadas?
Generalmente, se dedican a negocios que venden productos minoristas y de consumo (identifican un nicho y se dan a conocer en línea). Además, muchas de ellas brindan servicios en el campo de la salud.
Aunque la mayoría de estas empresas se ubican a nivel local, regional o nacional, un porcentaje mayor al 50% tiene planes de migrar a mercados internacionales desarrollados y expandirse hacia mercados emergentes, lo que demuestra sus deseos de crecer y de no quedarse pequeñas.
El tipo de inversión que llevan a cabo las emprendedoras de alto impacto está enfocado en el capital de riesgo y en el capital privado, si se les compara con otros negocios que pertenecen a mujeres.
Algunos consejos que el estudio les ofrece a las mujeres empresarias son los siguientes:
-Dar a conocer el éxito de su trabajo para que otras mujeres se motiven y, además, para atraer más financiamiento y que su empresa sea reconocida.
-Establecer una junta de asesores que sea fuerte, en aras de cimentarse aún más como negocio, es decir, no tener miedo de buscar apoyo.
-Concentrarse en ser líderes y aprender a delegar y a contratar personal con gran capacidad en puestos de operación clave.