"¿Cómo balancea su vida familiar con su vida empresarial?" Es probable que usted haya escuchado esa pregunta antes.
Es muy común leerla en las entrevistas que les realizan a personas destacadas en alguna área y que, generalmente, pasan muy ocupadas. La respuesta que ofrecen a veces hace parecer que tienen vidas perfectas, en la que encuentran tiempo para todo. ¿Será cierto?
¿Es posible lograr ser un empresario exitoso, sin descuidar la vida personal y familiar, o es algo simplemente inalcanzable?
No hay absolutos. La respuesta depende de usted y de cómo logre organizarse y administrar su tiempo.
Renato Bernhoeft, consultor internacional y presidente de la empresa Höft, quien participó la semana anterior en el Seminario BAC Pymes, expresó que el mismo empresario debe tomar conciencia de su situación familiar y personal.
Muchas veces este se sacrifica para tener la mejor empresa y justifica ese sacrificio al decir que todo es para su familia, para dejarles un legado. Pero, más bien, al trabajar tanto, descuida a esa familia que quiere beneficiar.
“Empiezan a surgir muchos problemas dentro de la misma familia, que después van a quedar y afectar la continuidad de la misma empresa”, expresó el brasileño.
Trace límites
Él recomienda establecer límites entre el trabajo y la vida personal y familiar. Al llegar a la casa, se debe desconectar totalmente de su celular, de su computadora.
“Si sigue conectado, por supuesto que no hay ningún límite entre una cosa y otra. Aun en la casa, no estar todo el tiempo con la televisión prendida”, aconsejó Bernhoeft.
Por el contrario, hay que sacar tiempo para el diálogo, para las comidas compartidas, para la recreación.
¿Conversa usted con sus hijos, con su pareja, saca tiempo para estar con ellos? ¿Cuándo fue la última vez que todos se sentaron a la mesa a comer?
Bernhoeft señala que las personas tienen diferentes roles que deben aprender a asumir y sacar tiempo de calidad para hacerlo:
1. El rol profesional: que es el que más tiempo consume.
2. El rol conyugal: estar tiempo con la pareja, donde se debe procurar que sea un tiempo exclusivo.
3. El rol familiar: tiempo con todos los miembros de la familia.
4. El rol social: tiempo con las amistades y conocidos.
5. El rol educacional: lo que se hace para crecer y desarrollarse como persona, desde la educación formal hasta lo que se lee y se escucha.
6. El rol espiritual: religión, filosofía, creencias.
7. El rol individual: ¿Qué hago a nivel de interés personal?
En la empresa de Bernhoeft han realizado encuestas y se han dado cuenta que el rol profesional, en general, representa el 60% o 70% del tiempo de las personas.
“Sobra muy poco tiempo para los demás roles", afirmó Bernhoeft. "No solo es el tiempo dedicado, sino la calidad de cómo nos relacionamos. No hay una receta mágica, no hay milagros, la persona debe tomar conciencia antes de que tenga un problema de salud. Mucha gente piensa en esto cuando tiene un problema de salud grave y ya es muy tarde”.
Continuidad de la empresa
Otro de los temas que abordó Bernhoeft tiene que ver con el proceso de sucesión de una empresa.
Cuando muere el fundador de esta o cuando ya no puede estar al frente por un problema de salud: ¿quién lo sustituye?
“Buena parte de los empresarios se creen insustituibles e inmortales, no creen que alguien los pueda suceder. No se imaginan buscar su proceso de sucesión o de continuidad”, criticó.
Un emprendedor es alguien que crea algo, empieza algo pequeño, y empresario es aquel que logra entender que lo que ha creado se ha hecho más grande que él.
“Tiene que soltar, dejarlo, buscar estructura, buscar gente para dar continuidad”.
Por este motivo, los empresarios deben empezar a preparar su sucesión y, si se trata de una empresa familiar, los hijos deben estar listos no para ser los dueños de la empresa, sino saber que tendrán que ser posiblemente socios, de manera que se tienen que poner de acuerdo.
El experto alertó que un porcentaje importante de pequeñas y medianas empresas familiares en América Latina desaparecen, no necesariamente por problemas de gestión, sino por conflictos entre los socios, quienes son familia.
Por este motivo, subrayó que se debe empezar a discutir más este asunto (sucesión del dueño de una empresa) para estar listos y evitar problemas que pongan fin al negocio que tanto esfuerzo costó forjar.