Para ser competitivas, las empresas deben dejar de experimentar con las tecnologías y comprometerse a transformarse en negocios digitales completos. Pero no existe una fórmula para el éxito.
Según Tunde Olanrewaju, Kate Smaje y Paul Willmott, de McKinsey & Co., las empresas que han sobresalido se destacan por siete hábitos fundamentales que las hacen altamente efectivas:
1. Rehaga el negocio como una marca digital
Las empresas deben estar preparadas para pensar de manera muy diferente con tecnologías digitales que crean valor y van más allá de reducir costos o incrementar la participación de mercado, rehaciendo el negocio como una marca digital y donde la gerencia toma el control de la agenda de proyectos tecnológicos e impulsa y supervisa las iniciativas innovadoras (sitio web, catálogo de comercio electrónico, digitalización de tienda, etiquetas de identificación por radiofrecuencia).
2. Adquiera o alquile capacidades
Las habilidades requeridas para la transformación digital probablemente deba conseguirlas fuera de su empresa, por lo que será necesario atraer y contratar nuevos talentos. Puede utilizar servicios de terceros, contratando empresas o profesionales que le ayuden; incorporar en su planilla a personal capacitado; o utilizar una mezcla de esas dos opciones: contratando a externos para unas tareas e incoporando personal para otros proyectos digitales.
3. Cultive el talento interno
La única forma para garantizar rápidas mejoras es cultivando el talento digital dentro de la empresa en todo el personal, haciendo que hasta los encargados de las operaciones manuales y físicas incorporen tecnologías digitales en sus labores. La integración interna debe ser el objetivo final.
4. Cuestione todo
No acepte las rutinas o las normas existentes. Desafíe el status quo de su propia empresa. Mire cómo se hace todo, incluyendo los productos y servicios que ofrece, procesos, cadenas de suministro y de distribución, y la comercialización. Luego, cuestione cómo se están haciendo las cosas en la actualidad y qué se podría hacer mejor a través de las tecnologías digitales en cada fase de la operación.
5. Sea rápido
La toma de decisiones rápida es clave en un entorno digital dinámico. Durar meses para lanzar un producto o servicio es una reliquia. Las empresas deben adoptar un ciclo de entrega y la mejora continua, adoptar métodos de desarrollo ágil, con el apoyo de análisis de datos, y aumenta el ritmo de la innovación para responder rápidamente a las nuevas necesidades de sus clientes.
6. Siga el dinero
Una transformación digital es algo más que la búsqueda de nuevas fuentes de ingresos: se trata también de la creación de valor tanto con las inversiones digitales orientadas al cliente como en las de back-office. La empresa debe enfocarse en inversiones digitales que crean valor y mejoran la eficiencia, la productividad y la seguridad.
7. Estar obsesionado con el cliente
La excelencia ya no es suficiente. Los clientes esperan la misma experiencia tanto en una tienda como al comprar en línea y viceversa, son menos tolerantes a las fallas y están dispuestos a pagar más por una mejor experiencia. De ahí que una sana obsesión por la mejora de la experiencia del cliente es la base de cualquier transformación digital, aprendiendo cómo los clientes utilizan digital y afinando la experiencia constantemente. Este modo de pensar es lo que permite a las empresas ir más allá de lo que es normal y en extraordinario.