El guía turístico y practicante de ciclismo, Alejandro Hernández Gómez, inició en el año 2011 un emprendimiento que consistía en proveer de bicicletas a la empresa Bike Arenal, nacida en el 2001 y especializada en ofrecer recorridos en La Fortuna de San Carlos.
¿Quién hubiese creído que unos cuantos años después se convertiría en el propietario del negocio?
Él se dedicó a pulirlo y levantarlo –incluso cuando aún no era totalmente dueño– y paulatinamente lo fue dotando de activos que iba pagando con los ingresos que se generaban.
Hoy, la empresa cuenta con 100 bicicletas (sencillas, de ruta y algunas de alta gama con valores de hasta $6.000) que utilizan en los tours, dos microbuses (para transportar a los turistas) y, con financiamiento, adquirió el edificio en el que opera la empresa.
¿Cómo empezó todo?
Hernández, de 35 años y oriundo de Los Llanos de Aguas Zarcas de San Carlos, siempre ha sido un ‘fiebre’ del ciclismo. Incluso participó en los Juegos Nacionales en esta disciplina.
Además, el trabajo en el campo de turismo y el deseo de tener su propio negocio siempre han formado parte de su vida.
Comenzó trabajando como guarda en una empresa turística. Ahí, por sus conocimientos del idioma inglés, lo ascendieron al puesto de asistente de gerencia. Luego fue trabajando en otros negocios del sector en los que también iba escalando posiciones.
Su primer emprendimiento –fundado en el 2005– consistió en una salita de videojuegos en una vivienda, a la que niños y jóvenes acudían a distraerse.
“Renté una casa, fui a Importadora Monge y compré un televisor de 21 pulgadas y un Xbox. La casa estaba vacía, había dos cajas de Coca Cola donde se sentaban los clientes”, rememora el empresario.
El dinero que obtenía de allí lo empleaba para sufragar los gastos de su educación y personales, cuando estudiaba turismo en el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA).
Actualmente, le restan dos cuatrimestres para graduarse de la carrera de gerencia hotelera y empresas ecoturísticas en la Universidad Internacional San Isidro del Labrador.
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La ruta para convertirse en propietario
Su segundo emprendimiento consistió en alquilarle a la empresa Bike Arenal unas 15 bicicletas. Un compañero de la zona –quien proveía de este equipo a dicha empresa– se las vendió a pagos. La suma total de la adquisición “andaba alrededor de ¢3 millones”, recuerda.
Con mucho esfuerzo, Hernández iba pagando de los ingresos que iba haciendo de la renta de las bicicletas y de lo que ganaba como guía turístico independiente en el mismo negocio.
Él se encargaba de realizar los recorridos con los turistas ticos y extranjeros en los que, aparte de hacer deporte, se muestran las bellezas de la zona y se relata la historia del lugar.
Poco tiempo después adquirió un microbús de un conocido para transportar las bicicletas y a los turistas. El empresario se acuerda que pagó ¢4 millones. Otros ¢11 millones los fue cancelando poco a poco.
En el 2014 el propietario de Bike Arenal tuvo una afectación en su salud. Entonces, le propuso a Hernández venderle la empresa por $100.000.
Inicialmente, le traspasó un 30% de las acciones y posteriormente se las cedió totalmente. El negocio prácticamente no tenía bienes, pues se habían vendido.
“La empresa inició conmigo de cero. Empezamos prácticamente sin nada: eran las bicicletas (las 15 que él tenía), una silla plástica, una mesa plástica y un cuadernito”, dice Hernández.
De ahí se partió. Se continuó creciendo y actualmente –según la temporada– tienen entre 50 y 100 clientes al mes, aunque hay épocas mucho más buenas, como noviembre del año anterior cuando llegaron 60 personas de Reino Unido.
En agosto del 2016, Hernández terminó de pagar la deuda de la compra de la empresa y en setiembre obtuvo financiamiento del Banco Nacional para adquirir el inmueble en el que funciona la pyme.
Actualmente Bike Arenal tiene seis empleados directos y trabaja con otras personas independientes que le brindan sus servicios.
¿En qué consisten los tours?
Existen opciones para principiantes, intermedios y avanzados, con tours de medio día, un día y hasta 10 días.
Uno de los recorridos se denomina “Lago Arenal - El Castillo”, que tiene una distancia de 13 a 26 kilómetros.
Aquí se lleva a los turistas por el antiguo camino que conecta la represa hidroeléctrica con la entrada principal al Parque Nacional Arenal. Se pasa por un pueblo llamado El Castillo, en el que hay un bosque y fincas ganaderas, y se recorre el Lago Arenal, sitio en el que se descansa y se consumen alimentos.
Uno de los atractivos es que el participante puede conocer la zona y disfrutar el paisaje que muestra el volcán Arenal.
La empresa ha recibido a ciclistas profesionales reconocidos, como el italiano Gilberto Simoni, ganador del Giro de Italia en los años 2001 y 2003, quien vacacionó en el país en el 2015 e hizo uno de los recorridos.
Hernández espera que en un periodo de tres años pueda extender su negocio hasta Tamarindo y Manuel Antonio, así como tiene planes para –a largo plazo– instalarse en los países vecinos de Nicaragua y Panamá.