Para cualquier pyme, cumplir con los requisitos y obtener un crédito marca la diferencia entre incluir mejoras que le permitan seguir creciendo o bien salvar la empresa de una situación difícil.
Pero una vez obtenido el crédito muchos emprendedores podrían dar algunos pasos que no le traerían ningún beneficio. Revisar, estudiar las opciones de financiamiento existentes y conocer en detalle su situación financiera actual son tan sólo algunos consejos que obtuvo EFPymes de Francisco González, Gerente Banca PYMES Scotiabank y de Otto Stecher, Director de Outsourcing de Deloitte.
Es importante tener presente que los posibles errores dependen del tipo del negocio y la administración del mismo. Para conseguir que el financiamiento sea de máximo provecho, conozcan no sólo los errores sino también la forma en que pueden prevenirse.
1. Revisar periódicamente sus estados financieros. Si los propietarios no hacen revisiones periódicas de los estados financieros y de sus proyecciones con el fin de tener certeza que los números de la empresa estén acorde con la realidad de la misma. Es cuando se solicita una facilidad crediticia que pueden surgir algunas consultas que podrían atrasar el trámite que está solicitando la empresa.
Es muy importante que los propietarios de las empresas PYMES revisen muy bien y periódicamente el flujo de caja del negocio, y que el mismo esté acorde con el giro actual y futuro del mismo. Una revisión efectiva y a tiempo pueda ayudar a los socios a tomar las medidas efectivas, esto debido a que puede ser que se cierren negociaciones imprevistas muy importantes que afectan directamente el flujo de caja de la empresa, la operación del negocio y hasta podrían perder un buen cliente y el negocio que estaban esperando para catapultarse al éxito empresarial y posicionarse en la industria que está participando.
El dueño de la empresa desconoce el nivel de endeudamiento y podría afectar la solicitud de la nueva facilidad crediticia.
Además, la recuperación de la cartera de clientes que están en las cuentas por cobrar no es adecuada o efectiva, adicionalmente no se selecciona correctamente a los clientes que se les puede dar crédito. Normalmente se aprende después de que pasa una situación con un cliente en particular.
2. Ser transparentes al solicitar el crédito. En Costa Rica las entidades financieras se rigen bajo la ley 8204. Cuando se trata de un crédito para una persona jurídica, la entidad por obligación debe investigar a toda la junta directiva y los socios. Esto desde la perspectiva de conozca a su cliente, no necesariamente en relación con su capacidad de pago.
La recomendación es siempre ser muy transparente con el banco o la entidad que otorgará el crédito. Algunas instituciones hacen un pre análisis acorde con lo que esta ley indica para ver si cumple con los aspectos básicos y luego de este punto se realiza un análisis más profundo.
Al banco le interesa tener claridad en relación, no solo la capacidad de pago actual, la solidez de la empresa a mediano y largo plazo, sino también la capacidad del negocio para poder pagar la cuota del crédito en condiciones diferentes. Por ejemplo, si subiesen las tasas de interés hasta cierto punto, si la empresa estaría en capacidad todavía.
Nunca debe olvidarse que la cara de la empresa es la contabilidad. Si la misma está en orden y realmente representa la realidad del negocio y muestra que la empresa tiene la solidez para solventar el pago, es decir, para cumplir, se logra el objetivo. La transparencia y la realidad son las mejores armas para buscar un crédito. Los analistas de crédito son gente sumamente entrenada para el análisis y para visualizar los riesgos.
3. Definir el modelo de crédito más conveniente. El ejecutivo del banco es quien mejor puede asesorar al dueño de las pymes. No necesariamente el crédito más blando es el que le conviene a la empresa. Una gran cantidad de Pymes requieren créditos donde tengan acceso a mayor flujo de caja. El flujo de caja, es decir, la disponibilidad de liquidez, de dinero, es el mayor reto para estas empresas. Cuando se pide un crédito hay que entender el propósito del mismo. Si es para comprar equipo o maquinaria, o para capital de trabajo. Dependiendo de la necesidad así será el modelo que le conviene a la empresa. El tema no es endeudarse, sino cómo endeudarse. Lo que “estrangula” a una empresa al final de cuentas no es la cantidad en que está endeudada, sino la capacidad de pagar la cuota que se defina.
4. Escoja la moneda ideal para solicitar el crédito. Si los ingresos son el colones, no es recomendable endeudarse en dólares. Aunque el dólar está a una tasa de cambio baja, esto no se mantendrá necesariamente toda la vida. Cuando se endeuda en otra moneda estamos ante una exposición activa. Es decir, si los ingresos son en colones y la deuda es en dólares y en algún momento la moneda local se devalúa, no solo crecerá la cuota sino también el monto del préstamo afectando la liquidez y llevando a la empresa en el peor de los casos a la insolvencia económica. Las instituciones financieras se cuidan mucho en este aspecto hoy más que nunca.
5. No desaprovechar los fondos. Son pocas las empresas que piden prestado y no usan los fondos. Lo ideal en este caso es crear un fondo de liquidez que ayude a cubrir las necesidades generadas por el crecimiento del negocio. Cuando se vende más, las cuentas por cobrar crecen, los inventarios crecen y por ende se requiere efectivo para cubrir el capital de trabajo. Siempre se necesitará dinero. El cuidado que hay que tener es que ese dinero no se use para cubrir ineficiencias derivadas de una mala administración. Al solicitar un crédito tiene que pedirse con un propósito.
6. Saber qué se está pagando. Ese es un tema que se debe ver desde el inicio con el ejecutivo de cuenta. La tasa de interés, si es nominal o activa, si cobran comisión, si hay avalúo de algún bien mueble o inmueble, la moneda y el plazo. También hay que leer la letra menuda en cuanto a ajustes en las tasas (algunos estan amarrados a la tasa básica pasiva en el caso de colones o en dólares a la tasa libor o la prime). Hay prestamos que después de “X” años aumentan uno, o varios puntos porcentuales las tasas. Así mismo la comisión es una especie de cargo a la tasa de interés. Es un porcentaje que se le resta a principal que si lo asocia con la tasa hace que la misma sea mayor.