En Costa Rica existen seguros obligatorios –de los cuales no hay escapatoria, hay que adquirirlos- y voluntarios, que al suscribirse pueden significar un alivio para su empresa en caso de que surja un accidente o evento desafortunado.
Hay empresas que se vieron comprometidas financieramente por no haber suscrito a tiempo un seguro y tuvieron que utilizar su propio patrimonio para sufragar esa eventualidad. Muchas pymes no pueden darse este lujo, pues podría significar su cierre.
Por eso es importante tener claro qué tipo de seguros existen y qué elementos se deben tomar en cuenta antes de adquirir uno.
De acuerdo con Herbick Rojas, corredor de seguros de Scotiabank, todo empresario debe analizar preliminarmente lo siguiente:
1-¿A qué riesgos está expuesta su pyme? (Esto varía según la actividad)
2-¿Qué riesgos puede asumir la empresa y cuáles no?
3-¿Qué riesgos se le deberían trasladar a la compañía de seguros?
Rojas insistió que tener una empresa –no importa el tamaño- sin asegurar sus instalaciones, a los empleados, al equipo, las mercancías, los transportes, definitivamente es un riesgo que ningún empresario debe correr.
"No hay que asumir ese riesgo, para eso están las compañías de seguros, para trasladárselo y yo quitarme ese gorila de la espalda y estar tranquilo”, subrayó Rojas en una charla ofrecida el martes 25 de noviembre a empresarios en el Hotel Park Inn, denominada La importancia de los seguros para las pymes.
Análisis
Una vez que usted analizó cuáles son los riesgos de su empresa, debe estudiar muy bien las diferentes opciones del mercado para saber cuál seguro es el ideal.
Imagine que su empresa se dedica al transporte de mercancías y cuenta con una amplia flotilla de camiones. Entonces, usted decide que va a asegurar los camiones y también adquirir una póliza de carga para proteger la mercadería.
Sea cuál sea el seguro que vaya adquirir, es importante que también que se cuestione: ¿qué cubre el seguro?, ¿qué no cubre (exclusiones)?, ¿qué cláusulas establece?, ¿qué obligaciones debo cumplir?, ¿cuál es el deducible?, ¿qué requisitos debo cumplir para hacer un reclamo?
Rojas advirtió que para que se otorgue la cobertura cuando surge un infortunio, la aseguradora va a revisar si el interesado cumplió con sus deberes. Por ejemplo, hay casos en los que se deben entregar reportes cada cierto tiempo.
Si no se cumplió con eso, puede que le denieguen lo que le corresponde o que no le den todo lo que podría haber recibido.
Por ello, es sumamente importante que esté atento y que tenga claro qué debe cumplir.
Además de lo anterior, cerciórese que la compañía de seguros que escoja esté inscrita en la Superintendencia General de Seguros (Sugese) y que el producto que va a adquirir también esté registrado, sumado a que el corredor o agente de seguros tenga experiencia.
Rojas expresó que no se debe ver el seguro como un gasto.
“Lo bueno de un seguro es tenerlo y no ocuparlo, que ocuparlo y no tenerlo”.
Tipos de seguro
Hay seguros que son obligatorios, es decir, no hay excusa, se deben pagar. Este es el caso de seguro de riesgos de trabajo, del Instituto Nacional de Seguros (INS) para los empleados de la empresa.
En el momento en que se contrata a un trabajador se debe hacer el reporte correspondiente ante el INS, de modo que el nuevo trabajador quede cubierto.
Hay empresas que deciden esperarse 8 o 15 días para reportar al trabajador. Esto es un error. ¿Qué pasa si la persona se accidenta el primer día o el quinto día?
El patrono es quien tendría que asumir los costos de la atención médica que reciba, su recuperación y todos los demás gastos médicos.
Por otro lado, si usted contrata a trabajadores ocasionales en su empresa (por ejemplo: un jardinero, un pintor, alguien que va una o dos veces a la semana) es menester que suscriba la póliza para trabajadores ocasionales.
Rojas explicó que este tipo de póliza es impersonal, es decir, abarcaría a varios de esos trabajadores ocasionales que vayan a su empresa, que no forman parte de la planilla.
Hay una sentencia muy popular en el país, de la Sala Segunda (la 560-2012), en la que el alto tribunal condenó a una persona a indemnizar a un pintor ocasional que iba a su casa, luego de que sufrió una caída que lo dejó ciego.
En este caso, la Sala consideró que existía un contrato por obra determinada y que no se trataba de servicios profesionales, por lo que aparte de pagar la incapacidad temporal del pintor, la Sala sentenció al demandado a pagarle al trabajador una renta vitalicia de casi ¢2,5 millones al año.
Si hubiera suscrito la póliza de riesgos de trabajo, esto no habría sucedido.
“El seguro de protección contra los riesgos del trabajo configura un deber de previsión de todos los patronos para el resguardo de sus trabajadores, aún cuando se trate de trabajos ocasionales o temporales, bien sea de unos días o de unas horas. Ello es así, con independencia del tipo de contrato de trabajo de que se trate", juzgaron los magistrados de la Sala.
Otra opción que tiene como empresario es que si contrata a un trabajador ocasional le exija que tenga su propia póliza, pero es importante que compruebe que esta existe y que está vigente.
Otro seguro obligatorio es el Seguro Obligatorio Automotor (SOA), que se paga al cancelar el marchamo.
Por su parte, hay varias opciones de seguros voluntarios:
-Incendio y líneas aliadas: para edificios, maquinaria, mercadería. Los eventos que abarca son incendios, temblores, terremotos, inundaciones, daños vandálicos.
-Póliza de automóviles: puede ser para uso personal o comercial y cubre la muerte, lesiones, daños a la propiedad de terceros, entre otros.
-Póliza de carga: es ideal para las empresas que transportan cosas. Lo que pretende es proteger la mercadería expuesta durante el transporte.
-Seguro de responsabilidad civil: Se origina del artículo 1045 del Código Civil, que establece que “todo aquel que por dolo, falta, negligencia o imprudencia, causa a otro un daño, está obligado a repararlo junto con los perjuicios”.
-Póliza de equipo electrónico: Es un seguro para resguardar las máquinas y equipos que tenga la empresa, como computadoras. Rojas recomendó suscribirlo para equipo nuevo en sus dos primeros años, ya que al depreciarse –después de ese tiempo- el seguro ya no es de tanta utilidad.