Quizás el elemento más importante en el éxito o el fracaso de una empresa familiar es la relación que existe entre los miembros involucrados en el negocio, afirma el Family Business Institute, de los Estados Unidos.
La mayoría de las empresas pueden sobrevivir a las amenazas de la competencia, los ciclos económicos, los cambios en la tecnología u otros factores del entorno, pero el deterioro de las relaciones interpersonales podría arruinar el negocio y separar la familia.
A pesar de los conflictos que puedan presentarse, hay muchos negocios familiares exitosos donde sus miembros mantienen una relación sana. ¿Cómo lo hacen?
Luis Raifer, especialista en psicología organizacional de RyR Consultores, trabaja en la misma empresa que su hijo Jack. Para ellos, la clave ha sido manejar un esquema de trabajo independiente, donde cada uno tiene su área de especialización, y donde impera el respeto mutuo.
1. Prepararse con estudios y experiencia
Patricia Rojas, psicóloga laboral de NyR Consultores, resalta la preparación como un elemento indispensable para trabajar de manera efectiva en un negocio familiar.
"Los hijos deben primero prepararse estudiando, especializándose, y ojalá trabajar en algún negocio antes de trabajar con la familia", dice Rojas. La preparación y la experiencia son indispensables para aportar al negocio y ganarse el respeto profesional.
2. Dejar el trabajo fuera de casa
Para Luis Raifer, una de las primeras reglas que se deben marcar es dejar el trabajo fuera de la casa. Aunque es difícil, los problemas laborales no deben mezclarse con la paternidad y los dos roles deben estar separados.
3. Respetarse profesionalmente
Otro de los puntos clave para mantener una buena relación es el respeto mutuo.
"El padre tendrá mucha experiencia en cómo hacer las cosas, pero debe recordar que su hijo estudió y se preparó, y quizás quiera experimentar haciendo las cosas diferentes. El hijo también debe respetar la manera como el padre hace las cosas, escucharlo y alimentarse mutuamente", indica Raifer.
Esta opinión es compartida por Rojas. "Los hijos deben tener el mismo respeto por su padre, como el que tendrían por un jefe sin una relación de confianza", dice.
4. Definir claramente los roles
La definición de roles debe ser, preferiblemente, por escrito. Así, cada una de las partes tiene claro qué debe hacer, por cuáles aspectos debe rendir cuentas, y qué está bajo su control y qué no.
5. Brindar independencia
Este aspecto está ligado con el respeto profesional y con la definición de roles. Si cada uno sabe qué debe hacer, y cómo hacerlo, entonces se debe respetar y brindar independencia en la ejecución.
"Yo no me involucro con mi hijo cuando él realiza cotizaciones, ni le estoy diciendo cómo hacer las cosas. Cuando nos sentamos a diseñar un taller, yo me siento a discutir con él, pero ya después cada uno sabe cuál es su parte y qué debe hacer. No nos metemos en lo que hace el otro", dice Raifer.
6. Mantener una comunicación abierta y asertiva
A menudo, la falta de comunicación asertiva es uno de los mayores problema. Habrán situaciones donde las partes prefieren no hablar sobre una situación para "mantener la paz".
Sin embargo, no abordar un conflicto podría empeorar la situación. De hecho, hay que tener claro que se van a presentar conflictos y se debe hablar abiertamente sobre lo que ocurre, pero la manera cómo lo aborde es clave.
Por ejemplo, Raifer considera que una manera de abordar un error es decir: "Creo que se cometió un error, analicemos lo que pasó y cómo podríamos mejorar".
Esta forma de abordar la situación es preferible, en lugar de agredir a la otra persona diciendo: "usted no sabe" o "eso no sirve para nada". Hay que tener en cuenta varios consejos complementarios sobre comunicación asertiva.
7. Consultar con una persona externa en caso de conflicto
Hablar con alguna persona externa de confianza o profesional para que actúe como mediador, y solucionador de problemas, durante un conflicto complejo puede ayudar a ambas partes ver la situación desde una posición más objetiva, entenderse mejor y llegar a un compromiso sin dañar su relación, opina Luis Raifer.
8. Explorar nuevos horizontes
Aunque para la familia Raifer el trabajo entre padre e hijo ha funcionado, Luis reconoce que mantener los conflictos al margen es una labor difícil.
Además, recomienda a los padres dejar a sus hijos explorar sus propios horizontes, pues el trabajo en familia podría romper los esquemas de jerarquía que deben existir en una empresa.
Los hijos que deciden trabajar con sus padres deben estar convencidos que es el mejor camino para ellos y no participar de la empresa familiar por presión.